Ana Velasco, historiadora: “El primer museo de cera era para exponer las caras de los traidores de la Revolución Francesa. Cogían la cabeza guillotinada, y hacían una máscara de cera”
La experta explicaba en 'Herrera en COPE' cómo se crearon los primeros museos de cera y de dónde nació la idea
Ana Velasco en 'Herrera en COPE'
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Si has ido a una gran ciudad como Londres, Nueva York o París, habrás visto que una de las grandes atracciones turísticas que tienen en común es, precisamente, la de los museos de cera. Lugares donde se exponen figuras de cera de los famosos que admiramos internacionalmente.
Lo cierto es que están bastante bien logrados, y que captan estupendamente la esencia de la celebridad. La mirada, la altura, el pelo y hasta su movimiento, a pesar de que son figuras estáticas. Sea como sea, son lugares a los que, al menos, merece la pena ir una vez en la vida.
Hay a quien le dan un poco de 'yuyu', y, para otros, es un lugar indispensable en cualquier gran ciudad. Pero todos, sin embargo, se pueden hacer la misma pregunta: ¿de dónde nace esta idea?
El culto a los muertos y los primeros museos de cera | Curiosidades de la Historia
Y es que, lo creas o no, la idea de los museos de cera nació en el siglo XIX y, quien lo creó, fue la propia Madame Tussaud. Exacto, sí, la que da el nombre a los museos de cera más famosos del mundo.
Ella, sin embargo, tuvo una gran visión de negocio que la llevó a abrir el primer museo en Londres aunque, sin duda, fue un poco más tétrico de los museos de cera que conocemos actualmente.
La creación a partir de la Revolución Francesa
El culto a los muertos ha existido desde que el mundo es mundo, aunque no siempre se han manejado de la misma manera. De hecho, a partir de la popularización de la fotografía, se puso de moda algo que hoy sería impensable: hacer retratos fotográficos de los difuntos al momento de morir.
Eso, por tétrico que parezca, era toda una modernidad, y se hizo para sustituir a una práctica anterior parecida: crear una máscara de cera del momento del último aliento.
Ana Velasco, historiadora, explicaba esto en 'Herrera en COPE'. “Había un médico que con la cera quirúrgica sacaba una impresión de la cara del fallecido, se conservaba en la familia y se utilizaba para bustos, pinturas, o para tener esos rostros. Era una tradición romana, era una protección de los antepasados” decía.
Museo de Madame Tussaud en Amsterdam
Algo que se empezó a hacer en familias nobles y que, más adelante, se extendió al resto. Por eso mismo, no debe extrañarnos que los primeros museos de cera nacieran de esta forma tan tétrica.
Eso sí, fue en la propia Revolución Francesa, cuando morían tantos guillotinados. “En la Revolución Francesa hubo tanto fervor que se puso de moda hacer una cámara de los horrores con las máscaras de las cabezas cortadas. Se cogía la cabeza de la cesta, se hacía una máscara de cera y se exponía para que se viera quién eran los pérfidos traidores de la revolución” contaba Ana Velasco.
Atraída por esta idea, Madame Tussaud, aprendiz de médico, pensó que estas cabezas podrían exhibirse en museos, y se trasladó a Londres para crear uno con estas máscaras de cera de los horrores. El resto, es historia, aunque la idea del museo haya ido cambiando.
La máscara de Napoleón, ¿está en España?
Todo aquel noble que se terciase, o celebridad de la época, tenía su máscara mortuoria al momento de morir. Y, por supuesto, Napoléon no iba a ser menos. A pesar de su destierro, a él le hicieron no una, sino dos máscaras mortuorias. Y una de ellas, parece ser, está en España.
“A Napoléon por supuesto que le hicieron una máscara, se fundían y tenías la escultura en bronce. Era solo para preservarla. Cuando él muere hay mucho caos, no se sabe si tenía un cáncer, se cree que tenía dolores y por eso se resguarda el vientre” comenzaba contando.
“Le hicieron una máscara, pero la primera que le hacen desaparece, no se sabe quién se la quedó, y volvieron a hacer una segunda que la hizo su médico personal, que luego se fue a Cuba. Es posible que la que está en Toledo sea la de Napoleón, pero puede que no, porque este médico tuvo un periplo americano destacado” desgranaba Ana Velasco.
Máscara de Napoleón
Y es que su médico se trasladó a América y, allí, al no disponer de mucho dinero, comenzó a comerciar con las reliquias que él tenía de Napoleón, siendo la máscara una de ellas.
“Pasó por Nueva Orleans, dejó algunas reliquias ahí, y comerciaba y conseguía pollos con reliquias de Napoleón, es posible que la máscara de Toledo sea una de las máscaras copiadas, porque se cree que la original está en Cuba” sentenciaba.