Khadija Amin, periodista afgana: “Perdí el derecho de visitar a mis hijos”
Desde que los talibanes tomaron su país hace casi cuatro años, Khadija vive en España como periodista refugiada. Hoy se ha pasado por los micrófonos de “Herrera en COPE” para contar su historia

Escucha la entrevista a Khadija Amin en Herrera en COPE
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En Afganistán ser mujer es motivo suficiente para vivir escondida, no estudiar, hablar o existir. Desde que los talibanes tomaron Kabul hace ya casi cuatro años, las niñas tienen prohibido ir al colegio a partir de los doce años. No pueden salir solas a la calle, ni mostrar su rostro, ni tan siquiera su voz. Dicen que es la ley islámica, pero en realidad es una forma de someter. Este martes se ha pasado por los micrófonos de “Herrera en COPE” Khadija Amin, que era presentadora de los informativos de la radiotelevisión pública afgana. El 15 de agosto de 2021, mientras ella daba las noticias por la mañana, su país desapareció. Los talibanes le dijeron que no podía volver, una mujer no podía contar la verdad.
A día de hoy Khadija vive en España y desde entonces no ha dejado de ser la voz de las mujeres que no pueden hablar. Cuando Khadija rememora aquel día se suele emocionar bastante, ella no era consciente de todo lo que iba a pasar. Trabajaba tanto como presentadora como reportera. Cuando quiso regresar a la televisión ese día su jefe no le dejó volver. Ella insistía en ir a la oficina mientras los talibanes tomaban el control del país. Para ella fue un gran shock y le provoca una sensación que sigue viviéndola hoy en día como una pesadilla.
Todo ocurrió en tres horas. Sus derechos y todo aquello en lo que había trabajado tantos años esfumó. De una presentadora de televisión se convirtió en una mujer que no podía salir de su casa. El plató donde Khadija presentaba las noticias fue ocupado esa misma tarde por los talibanes. Representa la situación de Afganistán y como ha cambiado todo por completo.
Khadija se hizo viral con una imagen que simboliza lo que pasó en el país en cuestión de horas. Se la veía presentando las noticias y a las pocas horas, un talibán ocupando su silla. Perdió todo de su trabajo. No quería ser refugiada y tuvo que abandonar su país. “Perdí el derecho de visitar a mis hijos, que para mí es muy doloroso porque no sé cuando podré volver a verles”, afirma emocionada sobre la salida de su país. Sigue trabajando como periodista en España, pero se le ha añadido la etiqueta de refugiada.
A sus tres hijos les pudo ver en Alemania el pasado año cuando se dio la oportunidad. “Fueron a Alemania y yo hablé con mis abogados para hacer algo para que su padre no escapase a Afganistán”, comenta. Fue un caso muy complicado, porque ella no era española ni su exmarido tampoco y sus hijos no habían estado nunca en España. El caso fue muy complicado y el padre de sus hijos cuando recibió la carta de su abogada para pedir derechos de visita se escaparon y volvieron a Afganistán.
"LA FAMILIA Y LA SOCIEDAD NO TE ACEPTA POR SER DIVORCIADA"
Desde que volvieron allí no le dejan hablar con sus hijos. Ella intenta ser fuerte y trabajar por el futuro de sus hijos. “Hay veces que no quiero salir de mi casa ni ver a nadie. Es un dolor muy profundo”, relata sobre su falta de comunicación con sus hijos. A Khadija le obligaron a casarse a los 19 años con su exmarido. En los seis años con él sufrió mucha violencia y maltrato. Se decidió divorciar, pero en su país era muy complicado. “La familia y la sociedad no te acepta por ser divorciada. He luchado mucho para que vean que el divorcio no es algo malo. Era algo muy mal visto en mi país”, afirmaba acerca del rechazo de su familia.
“Cada vez que iba a casa de mis padres, mis hermanos venían a acompañarme. No podía salir sola, ni trabajar, ni estudiar. Después del divorcio conseguí estudiar Periodismo y mi familia me comenzó a apoyar de nuevo otra vez”. Su camino no ha sido nada sencillo, y a través de su testimonio busca dar voces a muchas de las mujeres afganas que siguen permaneciendo en silencio.