Si quieres ser el mejor en lo tuyo, vas a necesitar dedicación, originalidad y talento. Xavi Donnay, antes de recibir el premio al mejor pastelero del mundo de 2020, se esforzó mucho para llegar a donde está.

Si no, no tendría tres estrellas Michelin ni tampoco sería jefe de pastelería del restaurante en el que trabaja. Tampoco pagaría la gente lo que haga falta por degustar sus combinados de postres.

Xavi trabaja en formato mini buffets, donde el postre se convierte en el plato principal de la comida, o, como mínimo, en el más esperado del convite.

El mismo pastelero ha intervenido en Fin de Semana para contar cómo es su arte: “Hago pasteles más basados en la sal que en el azúcar, y si es azúcar, en los que son más sanos”. También ha hablado del formato de pasteles, “más pequeños, porque esa es la línea que he seguido y la fórmula me ha funcionado”.

Este tipo de postres, más inclinados hacia la sal que al azúcar, “son propios del continente asiático” ha comentado el pastelero. Es de donde viene su influencia y el tipo de postres que le caracterizan. Empezó a dedicarse a esto en la escuela de hostelería, “un día entre en la cocina, me puse con los postres y nunca he salido de ahí” cuenta Xavi Donnay.

Escucha la entrevista completa con Cristina López Schlichting en Fin de Semana.