“La política entraña cierto cinismo, lo sabemos todos, pero al menos conviene guardar las apariencias si el corazón no te palpita. En plena crisis humanitaria en Canarias, parece mentira que el ministro Ábalos se marche con su familia a un hotel de seis estrellas: el Palacio de Isora. Todavía recuerdo la indignación popular cuando la que entonces era alcaldesa de Madrid, Ana Botella, se marchó a Lisboa con su marido en pleno suceso del Madrid Arena. En aquel caso se pidió rotundamente la dimisión de Ana Botella con una salvedad con respecto a este caso: Ana Botella se pagó de su bolsillo aquel viaje y aquella estancia. Ahora el ministro Ábalos pasa a los presupuestos, esto es a los bolsillos de la gente, su estancia en ese hotel con su mujer, con sus hijos, etc. Estoy esperando alguna palabra sobre su posible dimisión”.