Santiago Suárez ha destacado que esta profesión es absolutamente vocacional y ha explicado como suelen trabajar estos equipos.Normalmente son grupos de tres personas, aunque en este caso han entrado de dos en dos. "Se apoyan psicológicamente unos a otros, siempre hay uno al frente que es el que lleva el martillo y el compañero de detrás es el que vigila; simplemente con que uno ponga la mano en el hombro al otro ya se sabe lo que hay” ha explicado.

“No sabíamos el punto exacto en el que se encontraba Julen y no queríamos que pasara algo no deseable”. “En ese momento estás pendiente de tantas cosas que no piensas en lo que vas a encontrarte” ha valorado.

Suárez ha descrito que lo primero que apareció “fueron sus pies”, por eso el delegado del Gobierno en Andalucía ha explicado en la rueda de prensa que cayó de forma “rápida y libre”, ha concluido.

La Guardia Civil ha difundido las imágenes del complicado y delicado operativo que finalmente dio con el cuerpo sin vida de Julen en el pozo, a 71 metros de la superficie, bajo un tapón de tierra.

La Brigada de Salvamento Minero, compuesta por ocho especialistas, ha sido la encargada de excavar el túnel horizontal para llegar hasta Julen.

Fue el pasado jueves por la tarde cuando comenzó el descenso de los mineros para excavar esa galería horizontal que conectaba los dos túneles: el del pozo donde cayó Julen y el que se había realizado para su rescate.

Los ocho brigadistas han estado trabajando durante 32 horas, en turnos de dos en dos y de hora y media, con bombonas de oxígeno, y siendo relevados al cabo de ese tiempo por otros compañeros.

Las complicaciones del terreno han dificultado la delicada operación en la que además de las herramientas previstas, ha sido necesaria la realización de cuatro microvoladuras —llevadas a cabo por los artificieros de la Guardia Civil— para poder continuar con la excavación.