El criminólogo y especialista en sucesos, Nacho Abad, ha arrojado luz este sábado sobre la muerte del joven Pablo Sierra en Badajoz, de quien encontraron el cuerpo este viernes tras más de dos semanas de búsqueda. La Policía confirmaba que el cadáver encontrado en la zona del río Guadiana era el del estudiante desaparecido: “Desgraciadamente, todo indica que el cadáver hallado es el de Pablo Sierra. DEP”, escribía en redes sociales el cuerpo policial.

El joven, estudiante de Medicina, fue visto por última vez en la calle Zurbarán de la capital pacense el jueves 2 de diciembre tras salir con amigos en una zona de ocio y bares. Desde entonces se le busca por la zona del Pico del río Guadiana, tras encontrarse su teléfono móvil.

Nacho Abad y la desaparición de Pablo Sierra

El colaborador de Fin de Semana, Nacho Abad, hacía este sábado una narración de los hechos en la búsqueda del joven hasta este viernes: “Pablo Sierra apareció ayer a las 10:10 de la mañana tras desaparecer hace 15 días. Se encontró su teléfono móvil muy cerca de la orilla con bastante sangre fresca a las pocas horas de su desaparición”. El experto en sucesos explica a Cristina López Schlichting que “cuando un cuerpo cae al agua y se sumerge, dependiendo de las temperaturas, genera gases y termina subiendo, por lo que cuando hace frío tarda más tiempo”.

Además, “hay una planta invasora en el Guadiana que impide la visibilidad en el fondo y, aunque los policías agitaban el suelo y el sedimento, no aparecía”. Pablo Sierra salió del centro de Badajoz hasta su residencia y apareció en dirección opuesta.

“La Policía se dedicó a examinar las antenas de telefonía móvil, el propio teléfono del fallecido y las cámaras de seguridad. Ha habido muchos rumores, pero eran los agentes los que tenían los datos, y se dedicaron a reconstruir el itinerario de Pablo aquella madrugada”.

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La principal hipótesis de la muerte de Pablo Sierra

Para el colaborador de COPE, la clave sobre los motivos de la muerte se encuentra en las imágenes de las cámaras de seguridad: “Salió muy perjudicado del bar, hasta el punto que tuvo que acompañarle un amigo la mitad del camino, y no me refiero a alcohol solo, esa es la sospecha”, aclara. “De hecho tropezó con un chico”, añade el psiquiatra forense, José Miguel Gaona.

“Las cámaras de seguridad, por lo que me dicen, acaban demostrando que se encuentra tan mal que se pega varios tortazos por la calle. Si te das un golpe en la nariz es uno de los lugares donde más sangras”, especifica Abad. Precisamente, explica Gaona que “la cara está sumamente vascularizada, se conoce como epistasis”. “Habrá salpicado a la mano, de la mano al teléfono o la camisa. Intentas controlar la hemorragia taponándote los orificios nasales”, comenta el colaborador.

“No está al 100% claro, las cámaras le tienen localizado hasta las 5 de la mañana. Va solo, la sensación que tengo es que se pierde, su nivel de conciencia es mas bien bajo y se pierde, no sabe donde está, no se entera, y llega un momento, según se especula porque nunca se va a poder saber con exactitud, que apoyó el teléfono junto al río para bañarse por una falsa sensación de calor y se ahogó en el río”.

Para Gaona este último detalle es bastante factible, en tanto que “había luna nueva ese fin de semana y el alcohol da una sensación falsa de calor, pierdes calorías de forma brutal por la vasodilatación. Apenas quedará rastro si ha tomado algún tipo de droga. No dudo que en algunos sea cierto que le hubiesen dado algo, pero hay que tener en cuenta que la principal droga que produce amnesia es el alcohol”, concluye.