Se tiene que ir de La Coruña con destino a China y, años después, su invento cambia vidas a distancia: 8.000 kilómetros
Diego González Rivas, uno de los cirujanos con más reputación de todo el mundo, explica a Cristina López Schlichting como funciona un avance que puede cambiar vidas

Diego González Rivas, con Cristina López Schlichting
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Desde el otro lado del planeta, en una ciudad cercana al Tíbet, el doctor Diego González Rivas responde con naturalidad a Cristina López Schlichting en Fin de Semana de COPE. Allí acaba de aterrizar para impartir un curso y realizar varias intervenciones quirúrgicas. Su vida transcurre entre hospitales, vuelos internacionales y avances tecnológicos, pero todo empezó con una inspiración muy cercana: su madre Pilar, enfermera en el hospital materno-infantil de A Coruña durante más de 40 años.
"Era una heroína sin capa", dice sobre su madre. Ella le transmitió el deseo de ayudar a los demás, y hoy Diego es considerado uno de los cirujanos torácicos más reputados del mundo, con cerca de 1.000 operaciones anuales. Pero su impacto va mucho más allá del número de intervenciones.

Diego González Rivas (con gafas, delante a la izquierda), en una operación
SHURUI, EL ROBOT REVOLUCIONARIO QUE YA SALVA VIDAS A DISTANCIA
Una de las historias más sorprendentes de su carrera reciente es la operación de un paciente con cáncer de pulmón en Bucarest, Rumanía, mientras él se encontraba a 8.000 kilómetros, en China. “Fue posible gracias a un robot llamado SHURUI y la conexión vía satélite con tecnología 5G”, explica. Él controlaba la consola del robot desde Shanghái, mientras los brazos quirúrgicos ejecutaban sus movimientos en Europa. “Esto va a cambiar el futuro de la cirugía a nivel mundial”, afirma con convicción.
Pero su revolución no es solo tecnológica. También es técnica y humana. En 2010, Diego fue el primero en el mundo en realizar una cirugía torácica con una sola incisión de apenas tres centímetros. “Minimizar la agresión quirúrgica en el tórax es fundamental. Es la parte del cuerpo que más duele porque está llena de nervios intercostales”, explica.

Shurui cambia el modo en el que se pueden realizar operaciones delicadas
Gracias a esta técnica, el postoperatorio se acorta y el paciente se recupera mucho más rápido. “Ahora es la técnica más usada del mundo para operar el pulmón”, asegura.
Su innovación no siempre fue bien recibida. “Al principio sufrí mucha oposición, críticas de cirujanos tradicionales”, reconoce. Pero eso no le detuvo. Como le gusta recordar citando un anuncio de Apple de 1997: "Solo la gente lo suficientemente loca como para pensar que puede cambiar el mundo, lo consigue". Ese espíritu rebelde e inconformista ha guiado toda su carrera.
Pude operar desde Shangái mientras el paciente estaba en Bucarest gracias a una conexión 5G"
Cirujano
el día que diego salvó la vida de celia
Más allá de los quirófanos de vanguardia y las conferencias internacionales, González Rivas mantiene un compromiso profundo con quienes no tienen acceso a una sanidad avanzada. Su fundación, que lleva su nombre, atiende a pacientes sin recursos en todo el mundo.
Una de esas personas es Celia, una joven peruana con una grave estenosis traqueal provocada por una intubación durante la pandemia. "Estuvo a punto de morir varias veces por asfixia", relata el doctor. Diego viajó a Lima con su equipo para operarla de forma gratuita, con una técnica pionera y sin necesidad de intubación. Hoy Celia respira con normalidad y lleva una vida plena.
“No me mueve el dinero, me mueve la pasión por ayudar”, insiste. Por eso opera también en África, Oriente Medio y América Latina, muchas veces en condiciones muy difíciles.
Su fundación ha creado incluso una unidad móvil equipada para operar en zonas remotas. “La medicina tiene que tener un componente altruista”, recalca. Algo que, en estos tiempos, es para valorar. Muchísimo.