Se ha subrayado mucho que el Gobierno está facilitando la permanencia de los 'okupas' en las casas en la medida en que determina que si el 'okupa' no agrede a personas o no utiliza la violencia física contra ellas, si solamente da la patada en la puerta y 'okupa' la casa, evidentemente podrá acogerse a los beneficios que por cuestiones sociales le permitan seguir en esa casa al menos hasta que acabe el decreto del estado de alarma de mayo. Pero hay un segundo aspecto que también es preocupante, que es la definición del 'gran tenedor'.

El hecho de que, si el piso es de un 'gran tenedor', de un banco, una corporación o de una empresa que tiene muchos de ellos, incluso de una persona privada que más de diez, el 'okupa' va a tener más posibilidades de permanecer en él. Esto es, se establecen dos tipos de propiedad privada: la de la persona que tiene hasta diez viviendas y que las utiliza para su beneficio y las de la empresa. Se dice, entre comillas que el 'gran tenedor' es sospechoso, es un tipo de pertenencia y de propiedad contra la que conviene mantener cierto recelo.

Es una forma de irnos inoculando una forma de pensar según la cual los grandes propietarios, los propietarios bancarios, los grandes empresarios, son susceptibles de otro tratamiento y de otra forma de regulación de la propiedad privada. Atentos a este tipo de subrayado del gobierno, porque está cambiando la sociedad en la que vivimos hacia una sociedad que ya habíamos visto en los países comunistas.