Stella Luna de María: así está luchando la Justicia internacional para detener el oligopolio de Silicon Valley
La experta en BigData y CEO de Pentaquark Consulting explica en Fin de Semana con Cristina la ‘guerra contra Silicon Valley’ que estamos presenciando

Madrid - Publicado el - Actualizado
5 min lectura
En los años 80, una zona de la Bahía de San Francisco, en Estados Unidos, vivió un ‘boom’ por la cantidad de empresas dedicadas a la computación y a la electricidad que se establecieron allí.
Hoy se conoce como la cuna de los 'geeks', o frikis como se les llama aquí. Es el lugar donde todas las ‘start ups’ americanas quieren empezar, a donde quieren ir a estudiar tecnología los jóvenes universitarios y también el centro de las denuncias de la Comisión de Comercio americana.
Ahí es donde están Facebook, Apple, Amazon o Google. Todas estas empresas llevan años intentando escapar de las garras de la Justicia, después de que se hayan presentado acusaciones por control del mercado y eliminar a sus competidores.
Pese a que todas las empresas tienen sus problemas, hoy nos centramos en Facebook: se enfrenta a una demanda de 46 de los 50 estados, ¿por qué? Lo explica en Fin de Semana con Cristina, como siempre, Stella Luna de María, CEO de Pentaquark Consulting y experta en ciberseguridad: “Es una polémica que viene de lejos. Desde hace meses, el Congreso de los EEUU ha estado llamando a los CEO de las grandes empresas -Facebook, Google, Amazon, Apple- para hablar con ellos sobre las leyes de monopolio porque, al final, todos nos metemos en un servicios porque son gratis, y cuando algo es gratis el producto eres tú, y al final resulta que tienen un alcance y una entrada en la vida y el comercio y las compras de tantos ciudadanos del mundo que se ha llegado a una situación de oligopolio en la que cuatro o cinco empresas controlan casi todo el tráfico de internet, por eso el Congreso de EEUU ha estado llamándoles para que expliquen su modelo de negocio, la Comisión Europea desde su Comisión de la Competencia ha estado también hablando con ellos y pidiéndoles explicaciones y al final se ha pasado, de la parte de las conversaciones, se ha pasado a la pragmática y han recibido demandas de los fiscales generales de 46 estados de EEUU, también de Francia que ha demandado a Google y Amazon por el uso indebido de ‘cookies’ y también tienen demandas de la CE, así que se enfrentan a diversas demandas antimonopolio. Si va a ser o no efectivo lo veremos con el tiempo”.
“Digamos que están en una situación de ‘cartel’, no lo digo en plan peyorativo”, explica Stella, que detalla que “entre ellas se reparten el pastel y todos entramos porque todos usamos en Google, en Facebook, etc.; todos usamos las mismas las plataformas de una manera o de otra, y lo que quiere el Congreso de los EEUU, la CE y Francia es poner un poco de regulación, sentido común y que la cosa no se vaya de las manos”.
“Hace unos 10 años Facebook compró Instagram por 1.000 millones de dólares, que puede parecer una burrada pero es nada en este negocio”, detalla la CEO de Pentaquark Consulting, que continúa: “Hace menos, cinco o seis años, compró WhatsApp, el servicio de mensajería instantánea, por 19.000 millones de dólares; la gente se sorprendía por esa cifra y en aquel momento la empresa tenía 50 empleados, ¿qué estaban pagando? No el servicio de mensajería sino los datos que vienen ahí ya que la mayoría tenemos ese servicio u otros similares. Tienes WhatsApp, tienes Facebook y la información se va cruzando desde una red social a otra, de tal forma que tú mandas un ‘whatsapp’ a un amigo, luego casualmente ese amigo te aparece algo de él en Facebook porque comparten datos y al final resulta que todo pertenece a la misma empresa, los datos se van cruzando y llega un momento en el que mucha de tu información está en las mismas manos y esto es lo que se está tratando de evitar. Por eso la primera petición que ha hecho el Gobierno federal de los EEUU es pedir a Facebook que se divida en sus tres trozos: no queremos que Facebook, Instagram y WhatsApp sean propiedad de la misma empresa sino empresas distintas para que así, al menos, cada empresa tenga sus datos pero no están todos en un sitio único para la misma empresa, sobre todo teniendo en cuenta que, aunque son servicios gratuitos, luego tenemos publicidad personalizada. Y además lo usan los partidos políticos de muchos países, incluso aquí en España”.
“Hay muchos usos que no vemos en el momento en que entramos en la plataforma y que hay que ser conscientes porque nuestros datos están circulando por ahí”, asevera Stella: “Cada vez que te posicionas en algo de lo que sea, la plataforma va guardando esos datos y creando un perfil tuyo que luego pasa a otras plataformas de análisis y venden ese perfil especializado a una empresa que está buscando clientes como tú… al final hay todo un negocio por detrás”.
Por su parte, Facebook respondió diciendo que, si no fuera por ellos, el monopolio de China sería mucho mayor, algo que comenta la experta: “En Asia hay una percepción de lo colectivo distinta a la que tenemos en los países occidentales. Los datos personales están de forma pública en poder de las naciones y de los estados, como en Corea del Sur o en China, este segundo es el caso más paradigmático porque además están siempre valorando tu comportamiento como ciudadano, las compras que hacen, las cámaras te registran por la calle, etc., y todo eso se registra en una puntuación y te dice si puedes o no acceder a ciertos servicios del país; digamos que, efectivamente, todo lo que hacemos queda registrado y la capacidad computacional es inmensa comparada con la que había hace 30 años, y eso hace que esos datos se procesen siempre. Así que Facebook dice ‘¿qué preferís, lo procesamos nosotros o preferís que lo tenga un gobierno y lo use con otros fines?’, es una pregunta sociológica muy profunda que merece un debate sosegado”.
“Hay que decir que, una vez que subes algo a internet, es difícil borrarlo”, avisa Stella: “A veces estoy con el ordenador y me digo ‘como en 30 años salgan las imágenes de una reunión y se nos vea sin arreglarnos o peinarnos, esto va a ser una masacre’, de eso es difícil salir porque, al final ahora, todo tiene memoria. Antes no y la cosa pasaba, pero ahora todo está registrado, las hemerotecas son digitales y hay copias de seguridad”.



