El auge de Alianza Catalana sacude el independentismo
Junts amenaza con distanciarse del Gobierno y Puigdemont bajo presión por el auge de Alianza Catalana
Antonio Jiménez analiza la tensión entre Junts y el Ejecutivo de Pedro Sánchez y el impacto político de Puigdemont en Cataluña

Puigdemont y Pedro Sánchez conversando
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La política catalana vuelve a generar incertidumbre en Madrid. Según los últimos rumores analizados por el periodista Antonio Jiménez en Fin de Semana COPE, los alcaldes catalanes se habrían reunido con Carles Puigdemont para expresar su malestar ante la situación interna de Junts y la presión que está ejerciendo el partido Alianza Catalana, independiente, xenófobo y en ascenso en las encuestas. “El partido no se está beneficiando de la alianza o del apoyo que prestan permanentemente a Sánchez. El único que se beneficia es Salvador Illa, que recoge los frutos de todo lo que se mueve en el panorama catalán”, explicó Jiménez.
Junts presiona por elecciones anticipadas
Según Jiménez, Junts amenaza con distanciarse del Gobierno si no se satisfacen sus demandas, en una estrategia que busca proteger su electorado frente al crecimiento de Alianza Catalana. Aunque descarta un apoyo real a una moción de censura, subraya que el partido independentista podría dificultar la gobernabilidad y reclamar elecciones anticipadas: “No creo que apoyen una moción de censura, pero sí que pueden hacer la vida imposible al Gobierno, pidiendo elecciones adelantadas para contrarrestar el crecimiento de Alianza Catalana”, afirmó. "Sin victimismo, no tiene sentido el independentismo", concluye.
Catalán en la UE: mucho ruido, pocas certezas
Entre los principales reclamos de Junts se encuentran el traspaso de competencias en materia de inmigración y el reconocimiento del catalán como lengua cooficial en la Unión Europea. Antonio Jiménez advierte que ambos objetivos son prácticamente inalcanzables: “El tema de la inmigración es imposible que salga adelante porque Sumar y otros socios del Gobierno están en contra por una cuestión identitaria”, afirmó.
En cuanto a la oficialidad del catalán, Jiménez subraya que, pese a la insistencia de Moncloa, Alemania no ha ofrecido compromisos concretos: “Que el catalán sea lengua cooficial en Bruselas es solo una obsesión del Ejecutivo, pero Alemania no se compromete a nada. Lo que se ha vendido como un logro es, en realidad, solo una conversación sin compromiso”, explicó.
Según Jiménez, la propuesta española se enfrenta además a limitaciones prácticas y presupuestarias: Bruselas prioriza otros asuntos como la defensa, la inmigración y la digitalización, y considera que en un futuro la traducción podría ser gestionada mediante inteligencia artificial, dejando la oficialidad lingüística en un segundo plano.
Puigdemont en el centro de la polémica
El analista destaca que la figura de Puigdemont, lejos de fortalecer a Junts, está siendo cuestionada desde dentro del propio partido. Su enfoque personalista y la falta de resultados tangibles en la relación con el Gobierno español están debilitando la influencia del partido: “Puigdemont ya ha explotado todo lo que podía de Sánchez. Sin amnistía judicial, sin traspaso de competencias y con la amenaza de Alianza Catalana, su influencia sobre el partido se ve limitada”, señaló Jiménez.
Reconocimiento a Felipe González y respaldo a la transición
En un giro hacia la política nacional, Jiménez también comentó el reconocimiento del rey Felipe VI al expresidente Felipe González con el Toisón de Oro, considerándolo un gesto de apoyo a los valores de la transición española y al consenso político que consolidó la democracia tras el golpe de 1981. “Es un bofetón a quienes denostan el régimen del 78. Se reconoce la transición, el consenso y la consolidación de la democracia, y es un premio muy oportuno”, afirmó. "Se hizo de la necesidad virtud. Es un respaldo a la transición española", concluye.
Antonio Jiménez advierte que la situación política en Cataluña y en España sigue siendo delicada, con la posibilidad de nuevas tensiones electorales en los próximos meses. El escenario apunta a un choque de intereses entre los partidos independentistas y el Gobierno, mientras la figura de Puigdemont se enfrenta a la presión interna y externa.



