Una trabajadora de residencia de ancianos revela el objeto de los internos que les salvó en el apagón: "En la mesilla"

La situación que ha vivido este lunes el país deja los centros de mayores como uno de los grandes afectados por no poder tener electricidad durante muchas horas

Internos en una residencia de ancianos de Navarra
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El Partidazo de COPE

Juanma Castaño charla con Sara Madrigal, trabajadora en una residencia de ancianos, para saber cómo han pasado el gran apagón eléctrico en España

José Manuel Nieto

Publicado el

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La situación vivida este lunes en España, con el gran apagón eléctrico que dejó sin suministro durante horas a millones de personas, ha tenido efectos especialmente duros en los centros de mayores. En estos lugares, donde la dependencia de la electricidad es vital para el bienestar diario de los residentes, las auxiliares y trabajadores han tenido que hacer frente a la emergencia con ingenio y mucha humanidad.

Sara Madrigal, trabajadora en una residencia de ancianos de tres plantas y unos 120 internos, relataba en el programa El Partidazo de COPE cómo se han organizado para capear la falta de electricidad. "La verdad es que nosotros ya empezamos a estar curtidos en este tipo de cosas: entre pandemias, Filomenas... pero esto no lo habíamos vivido así, a tan largo plazo", explicaba.

Imagen de la autovía C31 a su entrada por Barcelona a primeras horas de la madrugada del Martes tras el apagón eléctrico sucedido en la Península Ibérica

EFE

Imagen de la autovía C31 a su entrada por Barcelona a primeras horas de la madrugada del Martes tras el apagón eléctrico sucedido en la Península Ibérica

El desafío más grande llegó al momento de la movilidad de los ancianos, muchos de los cuales no podían desplazarse por sí mismos: "El tener que subir por las escaleras a las personas que no podían hacerlo por sí mismas" fue, en palabras de Sara, uno de los momentos más duros de la jornada. Sin ascensores, sin luz en las cocinas y con las comunicaciones a medio gas, el equipo de trabajadores se organizó para garantizar las necesidades básicas de los residentes. 

La radio de toda la vida, clave  

En medio de la incertidumbre, un objeto cotidiano, olvidado por muchos en tiempos de móviles y tabletas, se convirtió en un salvavidas de información y compañía para los internos: la radio con pilas. "Hemos sacado las radios de las habitaciones, porque ellos son de los que duermen todavía con la radio en la mesilla de noche", relataba Sara Madrigal en antena, dejando claro que fueron los propios mayores quienes, gracias a sus pequeños transistores, mantenían informados también a los trabajadores.

Así, mientras los móviles sufrían por falta de carga y las noticias llegaban con cuentagotas, fueron las radios de pilas de los ancianos las que permitieron seguir el hilo de la actualidad. "Los propios ancianos nos informaban", comentaba Sara con una sonrisa, destacando ese gesto sencillo que, en una jornada complicada, reforzó el espíritu de comunidad dentro del centro.

La situación evidenció también otro problema añadido en las residencias: la dependencia de la electricidad para la gestión de las camas. Como explicaba Manolo Lama en el mismo programa, "normalmente las camas van por luz. Entonces, muchos abuelitos que tienen que dormir incorporados... hoy la cama no iba", lo que obligó a las auxiliares a improvisar con almohadas para que pudieran descansar correctamente.

Vista de edificios de viviendas en Elche todavía sin luz entrada la noche, durante el apagón eléctrico que se ha producido hoy lunes en la Península Ibérica

EFE

Vista de edificios de viviendas en Elche todavía sin luz entrada la noche, durante el apagón eléctrico que se ha producido hoy lunes en la Península Ibérica

Este gran apagón, que ha dejado importantes consecuencias en toda España, ha vuelto a poner el foco en la necesidad de planes de contingencia en residencias de mayores, espacios donde la electricidad no es un lujo, sino una necesidad crítica.

Además, no es la primera vez que los centros de mayores enfrentan situaciones extremas. Ya durante la borrasca Filomena o la pandemia de COVID-19, los trabajadores de residencias demostraron su compromiso y resiliencia. Lo ocurrido este lunes no hace sino subrayar su papel fundamental y el valor de recursos que, como las viejas radios de pilas, siguen demostrando ser imprescindibles.