Matxin aclara los rumores sobre si Pogacar va a correr o no la Paris - Roubaix: "Si hay lluvia..."

El esloveno es favorito prácticamente a cada carrera a la que va, pero el pavé francés no tiene nada que ver con cualquier otra prueba

Mathieu Van der Poel (Alpecin-Deceuninck), Filippo Ganna (Ineos Grenadiers), Tadej Pogacar (UAE Team Emirates XRG) durante la carrera de élite masculina de la carrera ciclista de un día Milano-Sanremo (289 km) desde Pavía y San Remo
00:00

Matxin, en El Partidazo de COPE

José Manuel Nieto

Publicado el

3 min lectura

Tadej Pogacar, ganador del último Tour de Francia y del Giro de Italia, ha confirmado su presencia en la temida París-Roubaix, una de las pruebas más icónicas y a la vez más impredecibles del calendario ciclista. La noticia ha sacudido al mundo del ciclismo por el simbolismo que encierra: no es habitual que una figura de su perfil se aventure en los 55,2 kilómetros de adoquín que definen esta clásica del norte de Francia.

El que despejó todas las dudas fue su director deportivo en el UAE Team Emirates, Joxean Fernández “Matxín”, durante una entrevista en El Partidazo de COPE. Ante los rumores que apuntaban a que Pogacar podría no tomar la salida si la previsión meteorológica confirmaba lluvia, Matxín fue rotundo: “Sí, va a correr”.

 Pogacar, un campeón sin miedo  

“Es una experiencia absolutamente nueva para él, pero tiene el arresto suficiente para afrontar nuevos estímulos”, explicó Matxín. Y es que si bien el esloveno es favorito en prácticamente cada carrera a la que se presenta, el pavé de Roubaix supone un desafío completamente distinto. Ni las grandes cumbres alpinas ni las cronos del Tour se parecen a los tramos de Mons-en-Pévèle o Carrefour de l’Arbre, donde la lucha no es solo contra los rivales, sino contra el propio terreno.

El ciclista holandés Mathieu Van Der Poel del UCI WorldTeam Alpecin-Deceuninck celebra al cruzar la línea de meta para ganar la 121ª edición de la carrera ciclista clásica de un día París-Roubaix, de 260 km entre Compiegne y Roubaix.

DPA vía Europa Press

El ciclista holandés Mathieu Van Der Poel del UCI WorldTeam Alpecin-Deceuninck celebra al cruzar la línea de meta para ganar la 121ª edición de la carrera ciclista clásica de un día París-Roubaix, de 260 km entre Compiegne y Roubaix.

El mánager del UAE dejó claro que la decisión de participar no fue forzada ni improvisada. “Lo planteamos antes de la concentración. Era un año diferente, sin Giro en el calendario, y había espacio para preparar una carrera como esta. Cuando él probó el pavé nos dijo, con toda humildad a ver si tenía un hueco en el equipo para poder hacer Paris - Roubaix". Para Matxín, la respuesta estaba clara: “¿Qué le vas a decir a Tadej Pogacar, no?”

Cuando él probó el pavé nos dijo, con toda humildad a ver si tenía un hueco en el equipo para poder hacer Paris - Roubaix”.

Joxean Fernández “Matxín”

En El Partidazo de COPE

Pogacar ha demostrado sobradamente su capacidad para ganar en casi cualquier terreno. Pero, como reconoce su director, “Van der Poel debe ser el número 1”. El neerlandés, vigente ganador de la Roubaix, cuenta con un perfil mucho más adaptado a este tipo de prueba. Aun así, nadie se atreve a descartar al fenómeno esloveno. “Tiene tanta clase que sabe ganar cualquier guerra en la que participa”, resumió Matxín.

Romanticismo y riesgo  

La París-Roubaix es conocida por su dureza extrema, y los tramos de adoquín son más parecidos a un campo de batalla que a una carretera. “No es una calle empedrada de ciudad. Son pedruscos puestos hace 200 años, que con lluvia resbalan muchísimo”, advertía en antena Juanma Castaño. Y es precisamente el factor climatológico lo que puede marcar la diferencia este domingo.

La edición de 2021, ganada por Sonny Colbrelli, es un buen ejemplo de cómo la lluvia puede transformar por completo esta clásica. Aunque solo ha llovido una vez en lo que llevamos de siglo, este año todo apunta a que el agua será protagonista. Matxín lo tiene claro: “Con agua, es mucho más peligrosa. Pero Tadej es muy bueno con sol… y excelente con agua”.

Las bicicletas, los neumáticos, la presión, la alimentación... Todo se mide al milímetro. En palabras de Matxín, “salimos con ruedas de 32 de anchura, doble cinta, y todo está calculado: desde los carbohidratos por hora hasta qué tramos son más seguros para comer o hidratarse”.

El ciclista italiano Sonny Colbrelli celebra su victoria en la 118ª edición de la clásica carrera ciclista de un día París-Roubaix de 257,70 km, entre Compiègne y Roubaix.

DPA vía Europa Press

El ciclista italiano Sonny Colbrelli celebra su victoria en la 118ª edición de la clásica carrera ciclista de un día París-Roubaix de 257,70 km, entre Compiègne y Roubaix.

La Roubaix no perdona errores. Las manos sufren más que cualquier otra parte del cuerpo, y no es raro ver ampollas, cortes o incluso fracturas. Aun así, Pogacar se lanza al reto con ambición. “No tiene el perfil ideal, pero si hay un ciclista capaz de ganar en cualquier terreno, es él”.

Esta será la primera vez desde 1991 —cuando Greg LeMond se atrevió con el infierno del norte— que un ganador del Tour disputa esta prueba. La expectación es máxima y el resultado, impredecible.