Gonzalo Miró ve a Pogacar en el Tour de Francia y señala un detalle en el que nadie repara: "No lo he visto hacer"
El esloveno dio un paso de gigante para ganar su cuarto maillot amarillo tras firmar una inolvidable exhibición en solitario en la duodécima etapa en el histórico Hautacam

Luis Munilla, Alberto Aráuz, Luis García, David Sánchez, Tomás Guasch y Gonzalo Miró analizan la figura de Tadej Pogacar
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En plena retransmisión del Tour de Francia, la tertulia deportiva de COPE se rindió a la nueva exhibición de Tadej Pogacar en los Pirineos. Su triunfo en Hautacam, donde sacó 2:10 minutos a Jonas Vingegaard, no solo dejó atrás cualquier duda sobre su estado tras la caída del día anterior, sino que le devolvió el maillot amarillo con una ventaja contundente que allana su camino hacia su cuarto Tour. Lo que nadie esperaba es que Gonzalo Miró, poco dado a los análisis técnicos ciclistas, pusiera el foco en una actitud casi invisible, pero reveladora: “Yo no he visto nunca una actitud en un ciclista como la de este tío”.
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Esa declaración vino precedida del entusiasmo general de los tertulianos, que describieron al esloveno como “un extraterrestre” (en palabras de Alberto Arauz) y como “uno de los mejores deportistas del siglo XXI”. La etapa, que partía de Auch y finalizaba en una cima mítica como Hautacam, fue un recital del líder del UAE Team Emirates. En un puerto donde ya hicieron historia Javier Otxoa, Nibali o Luc Leblanc, Pogacar puso en jaque el guion preestablecido del equipo Visma: aislarlo, dejarlo sin gregarios y castigarle con ritmo. Pero el tiro salió por la culata.
“Es que hoy lo que ha hecho va en contra de cualquier planificación”, explicó Luis García, también presente en la conversación. Pogacar atacó desde el inicio del puerto, sin mirar atrás y sin que nadie pudiera seguir su rueda. La estrategia del Visma quedó completamente desmontada. Ni Matteo Jorgenson, que se hundió antes de lo previsto, ni Sepp Kuss, ni Simon Yates pudieron sostener el pulso con el esloveno, que no solo aguantó, sino que multiplicó su ventaja.
Gonzalo Miró y la mirada distinta
Mientras los analistas debatían sobre la comparación con Eddy Merckx —“lo más parecido, según cuentan”, apuntó Luis Munilla—, fue Gonzalo Miró quien ofreció una reflexión que fue más allá del rendimiento físico o los datos de cronómetro. “Yo no vi correr a Eddy Merckx, pero lo de este tío de querer pelear desde la etapa uno, sin hoja de cálculo, da igual que sean carreras de un día o de tres semanas… es absolutamente brutal”.

El ciclista esloveno Tadej Pogacar (C) del UAE Team Emirates en acción durante la 12ª etapa del Tour de Francia, una carrera ciclista de 180,6 km entre Auch y Hautacam.
Miró no hablaba de watios ni de medias de ascensión. Hablaba de mentalidad, de carácter, de esa pulsión que lleva a Pogacar a atacar incluso cuando no hace falta, como si compitiera contra algo que va más allá de los rivales: contra sí mismo o, como dijeron en antena, “contra la historia”. Lo que Miró remarcó —y que quizás muchos pasaron por alto— es que nadie ha visto a Pogacar especular. “No lo he visto hacer eso nunca”, insistía, mientras el resto asentía.
Es precisamente ese instinto lo que convierte a Pogacar en un deportista que se sienta a ver el aficionado medio, más allá de su país o de la jerga técnica. “Te llama a estar a las 4 de la tarde ahí, como pasaba con Cassius Clay”, dijo Tomás Guasch, elevando el impacto del ciclista más allá de los Pirineos.

El ciclista esloveno Tadej Pogacar del UAE Team Emirates es aclamado por los fanáticos mientras se dirige hacia la meta en la cima de Hautacam para ganar la 12.ª etapa del Tour de Francia, una carrera ciclista de 180,6 km desde Auch hasta Hautacam.
En un deporte como el ciclismo, tan acostumbrado a la planificación meticulosa y la economía de esfuerzos, Pogacar rompe el molde. En Hautacam no solo ganó, arrasó, se levantó de la caída del día anterior y dio un zarpazo que no solo le puso de líder, sino que dejó a todos sus rivales sin palabras ni estrategias.
El Tour 2025 podría estar ya decidido, pero lo que emociona es cómo se está decidiendo. Como dijo Alberto Arauz: “Para mí esto no es monótono. Esto es ver una maravilla”.