En El Espejo hemos presentado la figura del sacerdote Doroteo Hernández Vera, fundador del Instituto Secular Cruzada Evangélica. El pasado 22 de diciembre, el Papa Francisco firmó el decreto de virtudes heroicas, con el correspondiente tratamiento de venerable. Para su beatificación, por tanto, queda tan solo la aprobación de un milagro obrado por su intercesión. 

María Sowa, Secretaria general del Instituto que fundó y Postuladora de la Causa, ha destacado en El Espejo la fuerza apostólcia de este sacerdote que nació en Soria en el año 1901.

Durante la Guerra Civil, su labor como sacerdote le llevó a la cárcel durante cuatro meses, una experiencia que marcó en él un antes y un después. 

De la prisión el P. Doroteo Hernández Vera salió con un deseo redoblado de ser misionero, pero su obispo le pide que espere un año para marcharse, ya que en la diócesis hay muchas necesidades pastorales en ese momento.

"Comienza su apostolado en las prisiones atendiendo a los condenados a muerte -ha afirmado M. Sowa- y en este contexto surge nuestro instituto, como respuesta a esta urgencia apostólica".

En un momento difícil para el país, con una gran división, el P. Doroteo siente el impulso de llevar a Cristo a todo el mundo. En este contexto -ha recordado la postuladora de su causa de beatificación- su fundador recordaba que "mientras las ideología dividen, el Evangelio da la paz".

"Siempre nos hemos dedicado a los apostolados difíciles", ha afirmado Maria Sowa, que ha contado que en España su labor está centrada en centros educativos, residencias materno-infantiles y residencias para personas mayores".

Fuera de nuestro país, el instituto Secular Cruzada Evangélica está presente en Bolivia, Perú, Guatemala, Rep. Democrática del Congo, Zambia y en Guatemala.