Son muchas las formas en las que la Iglesia se implica cada día en la ayuda a los más necesitados. Y esta crisis del coronavirus ha hecho que innumerables congregaciones, religiosos y religiosas, ONGs y multitud de personas, se vuelquen en ese acompañamiento a los que sufren la enfermedad. Los Religiosos Camilos continuan con esta tarea también en estos momentos tan difíciles.

Y lo hacen "con esperanza". Así lo relata Xabier Azkoitia, Responsable Servicio Atención Espiritual Centro San Camilo: "Hay un elemento fundamental tanto de la orden como de sus obras, que es afrontar la vida con esperanza. Lo cual no quiere decir, que sea con jovialidad, sino con un tono vital en el que creo que podemos, en estas circunstancias de enorme sufrimiento, sentirnos bien en nuestra piel. En esta realidad tan oscura intentar ver lo bueno, ver cómo hay personas que se desviven por los que más sufren. Con una alegría que nace de la esperanza, la alegría de poder servir y de poder cuidar juntos".

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El Papa Francisco hablaba en su homilía del Domingo de Ramos sobre la única forma de ganar la vida: el servir. Por eso sanitarios, limpiadoras,cocineras, lavanderas... son hoy un ejemplo para todos. "En un centro asistencial, en un hospital o una residencia hay muchas personas con diferentes tareas que van engranando todo. Esta situación nos ha ayudado a ver que somos vulnerables". A esta crisis "se puede responder humanamente o inhumanamente. Y en el entorno que yo veo todos los días es un ambiente de profunda humanidad. Siempre se ven otras cosas, pero la esperanza nos lleva a colocar la mirada también sobre lo que es positivo".

Se puede responder humanamente o inhumanamente

"Nosotros en España estamos presentes en Barcelona, en Valencia, en Sevilla y en Madrid en el Centro San Camilo", explica Acoitia. " Existen un montón de proyectos de acompañamiento en los que participan cientos de voluntarios. En el ámbito del duelo, ahora mismo las personas que están viviendo las pérdidas están en 'shock' y casi no son capaces ni de iniciar ese proceso de duelo. Esta situación de aislamiento lo complica mucho más. Con Cáritas y el Arzobispado de Madrid, hemos puesto en marcha un dispositivo para atender a estas personas. Creo que son siete los centros de escucha de Cáritas, que están en red con el de San Camilo. Acompañando y atendiendo telefónicamente a las familias que están en esta situación".

Son momentos duros para todos, pero también están saliendo ejemplos que nos hacen mejores: "Los voluntarios no pueden entrar en el centro asitencial así que lo que hacen en nuestro caso es un acompañamiento telefónico", mientras que los trabajadores de los centros en cuestión acompañan a las personas internas. "Está saliendo lo mejor de ellos, estamos teniendo formación vía 'skyp'e, grupos de estudio de casos, acompañamiento a las personas..." Y por supuesto "también un acompañamiento en el cuidado espiritual y la motivación en la esperanza" a los que lo soliciten.