El sacerdote Sergio Godoy presentó ayer en Madrid este libro en el que cuenta la historia de este proyecto que se remonta a hace 16 años.

En 'El Espejo' ha explicado que un basurero es una metáfora de lo que es la vida para las personas que viven en los márgenes y a las que el sistema que los excluye del acceso a una vida digna: "Paradójicamente es un espacio permite que muchas personas puedan vivir de lo que otras personas tiran. De lo que pueden rescatar del basurero, como papel, cartón, vídreo, y pueden vender para reciclaje; pero también cosas que pueden servirles para su vida".

El sacerdote ha afirmado que hay dos problemas que les provoca esta vida. "Por una parte los riesgos para la salud, inadvertidos por el momento. Porque están expuestos a todo tipo de accidentes y respiran gases tóxicos permanentemente. Pensemos en las mujeres embarazadas. Las consecuencias que van a acarrear son terribles. Pero es que además hay un estigma muy grande sobre ellos que les genera mucha agresividad".

"En "Ciudad Esperanza" atendemos actualmente a cientos de chavales -ha dicho- a los que damos una respuesta integral con todo aquello que pueda dignificar su vida y que les permita acceder a oportunidades de fromación integral. Además de ir a la escuela nos ocupamos de atender la salud, de que coman y de ofrecer un espacio en el que esténn protegidos y donde no haya violencia".

Un equipo de 42 personas entre docentes y personal administrativo, además de voluntarios se ocupan de hacer posible esta realidad en la que también hay proyectos para trabajar la promoción de la mujer y espacios en los que los niños puedan construir un proyecto de vida.