La siguiente historia que quiero contarte va de superación, de esfuerzo, pero sobre todo de agradecimiento.

Su protagonista se llama Madicke. Es senegalés, vive en Isla Cristina, y llegó aquí hace seis años. Vino a España para reunirse con su padre, que años atrás había emigrado a España, tras una difícil travesía en patera. Madicke siempre tuvo claro que aquí podría aprovechar las oportunidades que no tenía en su país. Así que estudió Bachiller y después empezó a trabajar como repartidor a domicilio.

En sus ratos libres hablaba con sus jefes, quería aprender del negocio, él ya soñaba con montar su propia empresa… ¡Y lo consiguió!

Elaboró un plan para crear el “Madicke Exprés”, la empresa con la que llevaba tiempo soñando. Y fíjate si le ha ido bien que en menos de un año ha contratado a diez vecinos de Isla Cristina. Tiene tres motos, dos bicicletas, dos patinetes eléctricos, un coche, y una furgoneta.

Si Madicke ha conseguido esto es porque Abdu Lay, su padre, vino en patera a España en el año 2006, así que le está profundamente agradecido. Lo más sorprendente es que Abdu Lay no sabía nada de este negocio. Bueno, ni Abdu Lay, ni nadie en Isla Cristina, porque cuando Madicke anunció que iba a empezar su empresa, en realidad la empresa ya estaba creada.

Ahora cada vez que la empresa de Madicke lleva un reparto a un cliente, no solo lleva algo a esa casa, también lleva la historia de sacrificio Abdu Lay y de superación de Madicke.