La principal novedad de la celebración de la Pascua Militar será la presencia del Rey emérito Juan Carlos I, que no estaba presente en esta acto desde que 2014, seis meses antes de abdicar. De esta forma, Juan Carlos I acompañará a su hijo el Rey Felipe VI, que pesidirá la  tradicional ceremonia. El motivo, rendirle homenaje por su 80 cumpleaños.

En el solemne acto castrense, también van a estar la Reina Letizia y doña Sofía, que cumple 80 años el 2 de noviembre.

La Pascua Militar es el primero de los actos con los que se va a homenajear a los Reyes eméritos por sus aniversarios a lo largo de 2018.

Es el primero de los actos con los que se va a homenajear a los Reyes eméritos por sus aniversarios a lo largo de 2018

Don Juan Carlos lo celebró este viernes de forma privada con una comida a la que asistieron 70 familiares, entre ellos, su entorno más cercano, con la excepción de la infanta Cristina y sus cuatro hijos.

Como es habitual, a la ceremonia de la Pascua Militar van a asistir el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, y el de Interior, Juan Ignacio Zoido.

Se va estrenar el jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), general Fernando Alejandre, que asumió el cargo el pasado 31 de marzo, al igual que los mandos de los tres Ejércitos, Francisco Javier Varela (Tierra), Javier Salto (Aire) y Teodoro Esteban López (Armada).

Don Juan Carlos va a ocupar un lugar destacado en la Plaza de la Armería mientras que el Rey pase revista a la formación de la Guardia Real antes de la ceremonia en el interior del Palacio Real, aunque la lluvia podría suprimir la parada militar.

También va a participar en los saludos previos a los invitados en la Sala de Gasparini con los Reyes y doña Sofía y va a estar cerca de don Felipe cuando pronuncie su discurso en el Salón del Trono, después de que lo haga De Cospedal.

La Pascua Militar es una conmemoración que instauró Carlos III después de que España recuperara la localidad menorquina de Mahón, de manos de los ingleses, el 6 de enero de 1782.

Como expresión de júbilo, Carlos III ordenó a los virreyes, capitanes generales, gobernadores y comandantes militares que, en la fiesta de la Epifanía, reuniesen a las guarniciones y comunicasen su felicitación en su nombre a los jefes y oficiales de los ejércitos.