Nueva oportunidad en Cáritas Murcia: hostelería con buenos cimientos

Cáritas y la Federación de Empresarios de la Construcción (FRECOM) han suscrito un convenio para impulsar la inserción laboral de los 200 alumnos de la Escuela de Hostelería de Cáritas. El objetivo es que los estudiantes puedan ser contratados en los servicios de catering que se ofrezcan en los eventos de la Federación. Ivania, de Venezuela y alumna de sala, y Maria del Mar, española y alumna de cocina, son dos de las beneficiarias de esta iniciativa.

Una formación para un futuro independiente

Ivania llegó a España desde Venezuela y, tras pedir asilo por la situación de su país, ha obtenido la residencia. En la escuela ha encontrado una formación que considera "bastante completa", con clases técnicas y refuerzos de matemáticas, valores y talleres sobre adaptación o finanzas. "En mi país no tuve la oportunidad de formarme, y aquí me están dando la oportunidad de aprender una profesión para ser independiente y encontrar un mejor futuro para mí", explica.

Aquí me están dando la oportunidad de aprender una profesión para ser independiente"

Ivania

Alumna de la Escuela de Hosteleria Eh! de Cáritas

A pesar de las dificultades iniciales para adaptarse a expresiones locales, Ivania ha fluido en su aprendizaje. Aunque su puesto es de ayudante, siente que en la escuela le han dado la "confianza de desenvolverse, de tomar independencia" y aplicar los conocimientos adquiridos.

Vocaciones descubiertas y aprendizaje mutuo

Para Maria del Mar, este proyecto es "muy bonito porque lo que hace es la inserción laboral y también ayuda a la gente que tiene un poco de exclusión social". Ella misma, que se incluye en ese sector, ha descubierto en los fogones una vocación que no sabía que tenía, pasando de cocinar en casa a querer aprender nuevas técnicas culinarias.

Estoy aprendiendo muchísimo de ellos, y ellos de mí"

Maria del Mar

Alumna de la Escuela de Hostelería Eh! de Cáritas

El aprendizaje en la escuela es bidireccional, ya que Maria del Mar, que es educadora infantil, también ayuda a sus compañeros con el idioma. "Estoy aprendiendo muchísimo de ellos, y ellos de mí", afirma sobre la riqueza de un entorno con personas de diferentes países. Ahora, se debate entre quedarse, donde siente que su labor es vocacional, o salir a aplicar todo lo aprendido en el mercado laboral.