La jornada en el seminario, como ha relatado Alejandro, comienza a las 7: 30 de la mañana con la misa. Un acto que se convierte en un eje básico de lo que acontecerá el resto del día. Posteriormente, tiene lugar el desayuno, en donde todos se juntan en torno a la mesa, y luego, a la una de la tarde, comienzan los estudios en el centro teológico. Al acabar se lleva a cabo la comida e incluso queda algún tiempo de esparcimiento para disfrutar de la ciudad de Murcia. Algunos días hay ensayo con coro y también se lleva a cabo alguna práctica de deporte.

Para el rector de este seminario, Jesús Sánchez, ver llegar a estos jóvenes, en ocasiones, niños, a esta institución le convierte en un privilegiado. Como confesaba en la entrevista, esta satisfacción no solo le viene por ver esas vocaciones, sino por el crecimiento que tienen estos seminaristas a nivel humano, pastoral e intelectual.

Los datos

De los 35 seminaristas que actualmente cursan sus estudios, 26 pertenecen a la Diócesis de Cartagena, 7 a la de Almería y 2 a la de Nigeria, en África. Estos últimos están allí merced a una labor de colaboración con las misiones.

Otro de los seminaristas, Álvaro, quería con 18 años ser deportista profesional. Una actividad en la que no le iba nada mal y que abandonó porque le “faltaba algo”. Según ha confesado en Cope Murcia, para él la vida se pasa rápido y no le merecía la pena gastar el tiempo allí. Qué mejor que dárselo a los demás.

La entrevista completa puedes oírla en COPE MURCIA.