El Leganés se reencontró con la victoria ante el Cartagena (3-1) en un duelo que ya había encarrilado como consecuencia de su gran acierto durante la primera parte, en la que marcó todos sus goles.

Fueron los visitantes quienes más cerca estuvieron de adelantarse en el inicio gracias a un tiro de falta de Clavería que desvió mediante una gran estirada Diego Conde. El aviso espoleó a los madrileños, que a partir de ese momento comenzaron a generar peligro en la portería contraria.

Después de un tiro de Borja Bastón que besó el larguero, el ariete sería importante en el tanto inicial al elaborar una buena pared con Rosales a la que el venezolano dio continuidad con un excelente golpeo que se coló por la escuadra.

A partir de ese momento quien pidió protagonismo fue Sabin Merino, autor de un doblete antes de intermedio. El primero de su cuenta llegó merced a una media volea que dio lustre al excelente centro de Avilés desde la derecha. Y el segundo al rematar, con poco ángulo y sin dejarlo caer, un balón rechazado tras disparo del propio Avilés. Además Bastón se encontró con el palo.

Dadas las circunstancias, Borja Jiménez hizo tres cambios en el descanso. Fueron sin embargo dos jugadores que ya estaban, Carrasquilla en el pase y Rubén Castro en la definición, quienes se asociaron para recortar distancias. La diana dio confianza a los blanquinegros, que poco después se encontraron con la solidez de Diego Conde en una doble ocasión.

Poco más concedió el Leganés, que a partir de ese momento se centró en conservar un resultado que le era favorable y en no dejarse sorprender por un rival que pese a desinflarse con el paso de los minutos forjó varias amenazas en el tramo final.