La Confederación de empresarios de la comarca del Guadalentín, tras celebrar su junta directiva, manifiesta una profunda preocupación sobre el futuro más inmediato, el freno de la economía este 2022, la falta de contratos públicos ajustados al IPC o de mano de obra cualificada, entre otros asuntos que asfixian al tejido empresarial lorquino.

Desde CECLOR se rechaza la posibilidad de vincular la negociación colectiva al incremento del IPC. Su presidente, Juan Jódar, pide “sentido común y procurar que los incrementos salariales sean escalonados en el tiempo para dar opción a que la empresa pueda asumirlos”. Aclara que “los empresarios llevan haciendo esfuerzos durante más de 5 años en cuanto a incrementos salariales (entre el 15% y el 30%)”.

Otro de los aspectos que despierta gran preocupación es el de los contratos públicos, sobre todo en el sector hostelero y de la construcción. El desfase de precios está provocando que se haga peligrar la continuidad de muchas empresas y que se paralice la licitación de obra nueva. Es más, desde CECLOR se estudia la legalidad de esta coyuntura, que la administración esté pagando por debajo del precio de coste.

Desde la confederación empresarial se demanda más líneas de apoyo al comercio ante la imposibilidad de adaptarse a la nueva normativa de ahorro y eficiencia energética. Igualmente muestra ya preocupación por la llegada este próximo mes de enero del nuevo impuesto al plástico. Juan Jódar: “No es momento para aplicar nuevos impuestos”.

CECLOR, de nuevo, vuelve a trasladar la necesidad de más mano de obra cualificada, por lo que apoya la potenciación de la Formación Profesional.

Los empresarios de la comarca también se oponen a las trabas medioambientales para el desarrollo de futuros negocios. Afirman que actualmente generan cuello de embudo y paralizan la actividad. Piden más castigo para el que comete el delito y menores trabas burocráticas sin motivo aparente.

La patronal del Guadalentín incide, además, sobre la necesidad del autoabastecimiento ante la vulnerabilidad que está provocando en las cadenas de producción los problemas energéticos junto a los altos costes y la escasez de materias primas. Todo esto se suma al freno de la economía previsto para este mismo año que ya ha despertado todas las alertas en el sector.