Un reputado oncólogo explica a lo que te expones cuando te quemas con el sol: "A largo plazo"
Los niños menores de dos años no deberían exponerse nunca y a partir de esa edad el protector es crucial

Un reputado oncólogo explica a lo que te expones cuando te quemas con el sol "A largo plazo"
Murcia - Publicado el
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El buen tiempo ya ha llegado y, con él, una amenaza tan silenciosa como peligrosa: la exposición inadecuada al sol. Pablo Cerezuela, presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer en Cartagena, ha vuelto a alzar la voz para recordar algo fundamental: el sol puede ser un aliado para la salud, pero mal gestionado, se convierte en un enemigo con consecuencias a largo plazo.
La piel tiene memoria y pasa factura. “Cada quemadura solar es una agresión que la piel no olvida”, señala Cerezuela. Y no es una metáfora. La radiación ultravioleta (UV) daña el ADN de nuestras células cutáneas, y "esas alteraciones pueden mantenerse latentes durante años. Con el tiempo, ese daño acumulado puede desembocar en cáncer de piel, incluidos melanomas, cuya incidencia se ha triplicado en las últimas tres décadas".
“Ponerse moreno es en realidad una señal de defensa de la piel, una reacción a una agresión. Si esa agresión se convierte en quemadura, el riesgo aumenta exponencialmente”, advierte el oncólogo.

Niños en la playa
No es solo para el verano: el protector solar es diario
Uno de los mayores errores, apunta Cerezuela, es reservar el uso de crema solar para julio y agosto. “La radiación solar no entiende de calendarios”, explica. “Incluso en días nublados, el índice de radiación UV puede ser alto”. Este índice se puede consultar fácilmente desde cualquier aplicación meteorológica y, según los expertos, a partir de un valor de 4 ya es recomendable el uso de protector solar.
El tipo de piel —o fototipo— es clave. La mayoría de los españoles se encuentran en un fototipo 3 (piel clara que se broncea moderadamente), aunque hay quienes necesitan más protección. Cerezuela recomienda:
Para lo fototipos más claros (1 y 2): usar factor de protección 50, mientras que para los 4 y 5 valdría con factor 30, aunque también depende de ese índice de radiación ultravioleta si está muy alto.
Eso sí, recuerda que ningún protector solar es infalible: “No es un escudo absoluto, es una ayuda. Como llevar casco en una guerra: te puede proteger, pero no te hace invulnerable”. Y además hay que aplicarlo bien.

Chica tumbada en la playa
Otro error frecuente es aplicarse el protector solar al llegar a la playa. “La crema debe aplicarse media hora antes de exponerse al sol, y luego reaplicarse cada dos horas o tras cada baño”, insiste Cerezuela. Muchos productos anuncian ser resistentes al agua, pero su efectividad disminuye tras sumergirse o sudar.
Además del protector solar, existen otros métodos complementarios: Evitar las horas centrales. No recomienda exponerse al sol entre las 12 y las 16.00 horas. "Usar gafas de sol homologadas, gorras e incluso ropa si son muy blanquitos de piel. Hay ropa con la que se pueden bañar", advierte el experto.
No exponer directamente al sol a niños menores de dos años y limitar mucho la exposición en la infancia. Incide además en que el sol se proyecta en la arena y el mar, aunque se esté debajo de una sombrilla.
la piel tiene memoria
La piel guarda esa memoria de la que tanto se ha hablado. "Es la radiación ultravioleta lo que produce el daño en el ADN celular y ese daño permanece, por eso guarda recuerdos. Llega un momento en que ese daño genera una célula que no tiene los controles adecuados de replicación y entonces ya tenemos un tumor. Esa radiación que nos ha dado con 18 años y que nos hemos quemado, pero ya a los dos días nos hemos puesto morenos, es la que en un momento dado nos puede, 30 o 40 años después, generar un problema de piel".
"La mayoría de las lesiones de piel se quitan y no vuelven a dar la lata, pero hay lesiones, como es el melanoma, que no es esta situación, que necesitamos para ello un diagnóstico precoz y ya estamos hablando de otras cosas, o lesiones como son los carcinomas vasocelulares o los carcinomas cutáneos escamosos, que algunas veces, a pesar de quitarlos, nos dan la lata y nos la dan bien".
Las quemaduras de hoy pueden suponer problemas en el futuro. “Sabemos que la mayoría de los tumores de piel se pueden prevenir, y por eso no dejamos de insistir”, dice Cerezuela.
El mensaje es claro: disfrutar del sol sí, pero con cabeza. Como bien concluye el doctor Cerezuela: “La piel es nuestra y nos puede dar problemas si no la cuidamos, pero también tenemos herramientas sencillas para evitarlo”.