Los desafíos del pequeño comercio de Cartagena en la 'Vuelta al cole'

El regreso a la rutina tras el verano trae consigo una nueva edición de la vuelta al cole para los niños y también para los comerciantes, una época que, aunque genera un repunte en las ventas, también representa grandes retos para los pequeños comerciantes del Centro Comercial Abierto de Cartagena. 

Con un panorama económico complicado, los pequeños comercios deben hacer frente a la presión de una alta competencia de grandes centros comerciales y a las dificultades logísticas, como el aparcamientos insuficientes en el casco histórico de la ciudad. 

Antonio Sánchez Arenas, presidente del Centro Comercial Abierto de Cartagena, advierte de las necesidades del sector. "Aunque septiembre representa una oportunidad de reactivación, lo cierto es que los comercios del centro todavía enfrentan grandes dificultades debido a los altos alquileres, el aparcamientos limitado y la competencia de las grandes superficies comerciales", afirmó. 

 El Comercio Local: Una Pieza Clave para la Comunidad  

Sánchez destacó que el comercio tradicional no solo es un motor económico local, sino una fuente vital de calidad de vida para los vecinos. "Los pequeños comercios ofrecen un trato cercano, personalizado, y en muchos casos, se convierten en una extensión de la familia".

Sin embargo, a pesar de la importancia del comercio local, la situación sigue siendo difícil. Muchos comercios han experimentado una caída en las ventas durante los meses de verano debido a la salida de muchos residentes a sus segundas viviendas. Esto ha afectado directamente a los ingresos de los negocios, que aún necesitan remontar los números tras los meses de vacas flacas. 

Uno de los grandes problemas que enfrenta el comercio en el casco histórico de Cartagena es la falta de aparcamiento. A pesar de los esfuerzos del gobierno local, los aparcamientos existentes no han logrado satisfacer la demanda, lo que dificulta el acceso a los comercios. "Necesitamos aparcamientos cercanos y gratuitos, al menos durante las dos primeras horas, para que los clientes puedan realizar sus compras sin la preocupación de dónde dejar el coche", explicó Sánchez.

Este problema de accesibilidad hace que los consumidores opten por grandes centros comerciales fuera del centro de la ciudad, donde el aparcamiento es más fácil y la experiencia de compra más cómoda.

Otro de los obstáculos que enfrentan los pequeños comercios de Cartagena son los altos alquileres de los locales comerciales. Muchos de los bajos comerciales vacíos que dejan los negocios que cierran suelen ser ocupados por establecimientos de hostelería en lugar de tiendas tradicionales, lo que puede cambiar por completo el carácter del centro de la ciudad.

"Es triste ver cómo muchos comercios históricos están cerrando sus puertas. Si no hacemos algo, los ciudadanos comenzarán a irse a zonas más periféricas, donde pueden encontrar todo lo que necesitan sin tener que lidiar con el caos del centro", reflexionó Sánchez.

el empleado del año

En el marco de estas dificultades, el Premio Adela al Empleado del Año, lanzado por el Centro Comercial Abierto de Cartagena, tiene también un propósito simbólico: reconocer la dedicación de los trabajadores del comercio local y recordar a los clientes la importancia de apoyar a estas pequeñas empresas. 

A través de este premio, se busca fomentar la participación activa de la comunidad, incentivando tanto a los clientes a votar como a los empleados a seguir brindando un servicio excepcional. Puede votarse en las urnas de los diferentes comercios y entrar al mismo tiempo en el sorteo de un choque de 100 euros.

La vuelta al cole es otro momento ideal para demostrar ese compromiso. Solo con el apoyo de todos los ciudadanos, los pequeños comercios podrán seguir adelante y hacer frente a los desafíos de un mercado cada vez más competitivo.