Los ladrones dan la campanada en el Santuario de Oro: "No es la joya del Louvre, pero es nuestra"

Los custodios creen que se empleó maquinaria pesada para descolgar la pieza, de gran tamaño, sin alertar a los vecinos del valle alavés de Zuia

Santuario de Oro, Álava
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Una semana después hay miedo a un nuevo asalto

Elisa López

Vitoria - Publicado el - Actualizado

2 min lectura8:20 min escucha

El Santuario de Oro, en el valle de Zuia, ha sufrido un robo de película. Los ladrones han sustraído una de sus dos campanas, una pieza de bronce muy pesada, en una operación "planificada al milímetro".  No es la joya de la corona sustraída hace días del Louvre de París, pero tiene un alto "valor" sentimental para los vecinos de este enclave alavés y, según sus sospechas, como sucediera en el museo francés, aquí también se empleó una grúa.

Encarni Urquiza, miembro de la junta rectora del santuario, está convencida de que los ladrones actuaron el pasado lunes 20 de octubre con "nocturnidad", "grúa y poleas". En COPE Euskadi, explica que todo se descubrió cuando un responsable fue a activar el toque automático al día siguiente y las campanas no sonaron. Al salir y mirar hacia el campanario, vio el hueco: "¡se han robado la campana!".

trabajo sofisticado

Los asaltantes forzaron las dos cerraduras de la verja de hierro que protege el acceso al campanario. Y una vez dentro, emplearon maquinaria sofisticada, según la hipótesis de Encarni, quien relata que apenas se dañaron las baldosas del suelo, lo que evidencia que los cacos no echaron a rodar la pesada campana, que no fue un trabajo improvisado, sino que "lo tenían todo calculado".

Aquí ha habido, yo estoy convencida, grúa y poleas"

Encarni Urquiza, miembro de la junta rectora del Santuario de Oro

La operación se realizó, según sus cálculos, de madrugada, "antes de las cinco, para evitar el trasiego de gente que va a trabajar". Los ladrones dejaron atrás pocas pruebas: "un destornillador, algunos tornillos y una pieza del yugo que sujetaba la campana y que pesa horrores".

Santuario de Nuestra Señora de Oro, en Zuia (Álava)

Santuario de Nuestra Señora de Oro, en Zuia (Álava)

La respuesta de la Ertzaintza

Tras descubrir el robo, la Encarni contactó con la Ertzaintza, pero su respuesta no fue la esperada. "Les comuniqué lo que había pasado y me dijeron que no, que ellos no subían, que tenía que interponer la denuncia formalmente". Ha pasado más de una semana "y nadie se ha puesto en contacto conmigo", lamenta. "No es que hayan robado un florero".

miedo a un nuevo robo

La campana robada no solo tiene valor material, sino un profundo arraigo sentimental entre los vecinos de Zuia. "Es como nuestra, cuando la oyes sabes que estás en casa". Ahora es su hermana mayor, otra campana aún más grande, la encargada de doblar a las 12:00 del mediodía y las 18:00 de la tarde, una tradición, este segundo toque, heredada de las monjas carmelitas que habitaron el convento hoy cerrado.

La principal preocupación ahora es el destino de la campana sustraída, que previsiblemente será fundida, y la seguridad de la que queda. "Igual pasan dos, tres meses, que parece que se nos ha olvidado, y van a por la otra", ha advertido Encarni, celosa custodia del Santuario de Oro.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.

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