La glándula olvidada que guarda las llaves del sueño, la mente y el alma
Pequeña como un grano de arroz, la glándula pineal regula nuestro descanso, influye en el estado de ánimo e incluso ha sido considerada por muchas culturas como la puerta a la espiritualidad

Todo empieza en la glándula pineal
Vitoria - Publicado el
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Aunque la mayoría apenas ha oído hablar de ella, la glándula pineal ha sido objeto de fascinación desde la antigüedad. Situada en el centro del cerebro y responsable de la producción de melatonina, esta diminuta glándula ha sido descrita como "la sede del alma" por filósofos como Descartes y como "el tercer ojo" por tradiciones espirituales orientales.
Carlota Olaizola, especialista en medicina natural, ha explicado en su espacio semanal en COPE Euskadi, Semillas de Salud, por qué este órgano tan pequeño puede tener un impacto tan grande en nuestra salud y bienestar.
Un vínculo entre cuerpo y conciencia
“La glándula pineal regula el sueño, pero también influye en el estado de ánimo, la claridad mental y la percepción”, señaló Olaizola. Cuando funciona bien, ayuda a sincronizar nuestros ritmos biológicos y a alcanzar estados de mayor equilibrio emocional. “Muchas culturas antiguas la consideraban una puerta a estados elevados de conciencia. Y no es casualidad”, explicó.

Dejar de utilizar las pantallas antes de ir a dormir es positivo para la salud.
Además, la glándula pineal está vinculada a la producción de DMT, una sustancia psicodélica natural asociada a experiencias místicas y trascendentales.
Calcificación: el enemigo silencioso
Uno de los grandes problemas de la glándula pineal es su tendencia a calcificarse con la edad, perdiendo así buena parte de su funcionalidad. “Con el tiempo, acumula cristales de fosfato cálcico. Pero también influye el consumo de flúor, la luz artificial nocturna, el estrés crónico y una mala alimentación”, advirtió Olaizola.

La glándula pineal tiene tendencia a calcificarse con la edad
La calcificación reduce la secreción de melatonina, empeorando la calidad del sueño, disminuyendo la energía diurna y afectando incluso la lucidez mental.
Sí, se puede reactivar
La buena noticia es que se puede revertir parcialmente este proceso. Con cambios sostenidos en el estilo de vida, es posible “descalcificar” la glándula y devolverle parte de su vitalidad. “Cinco o seis meses de buenos hábitos pueden rejuvenecer tu vida y reactivar la glándula pineal”, aseguró la experta.
Entre las claves: dormir en completa oscuridad y sin ruido, evitar pantallas antes de acostarse, tomar el sol por la mañana, eliminar el flúor del agua y la pasta dental, practicar meditación o respiración consciente, y consumir nutrientes como magnesio, vitamina K, cúrcuma, chlorella o espirulina.
“Es esa conexión interna, esa felicidad difícil de explicar, pero que todos conocemos. La glándula pineal no solo influye en lo físico, también en lo emocional, mental y espiritual”
Una glándula para vivir más conectados
Los beneficios no se limitan al cuerpo. Una glándula pineal activa se traduce en mejor descanso, memoria más aguda, equilibrio emocional, mayor creatividad y una sensación de bienestar profundo. “Es esa conexión interna, esa felicidad difícil de explicar, pero que todos conocemos. La glándula pineal no solo influye en lo físico, también en lo emocional, mental y espiritual”, concluyó Olaizola.