Las claves del virus H5N1: por qué la gripe aviar preocupa más allá de las aves
Marisol Cuenca, experta veterinaria de Wecan Salburua, detalla la capacidad de mutación del virus, su salto a mamíferos y las medidas clave para evitar una futura pandemia de origen animal

Entrevista a Marisol Cuenca sobre gripe aviar
Euskadi - Publicado el - Actualizado
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El virus de la gripe aviar H5N1 es un tipo de gripe A con una alta capacidad para mutar y recombinar sus genes, lo que explica su rápida evolución y su potencial para saltar entre especies. La valorada veterinaria Marisol Cuenca, de Wecan Salburua en Vitoria-Gasteiz ha explicado en COPE que esta es una de las principales conclusiones que arroja la viróloga Elisa Pérez Ramírez, del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA-CSIC), para comprender la situación actual y los riesgos asociados a este virus que se conoce desde hace más de dos décadas. Escucha su interesante entrevista en COPE Euskadi clickando junto a la imagen superior.
El salto entre especies
Aunque en 2005 ya se detectó un caso en un ave silvestre en España, el virus afectaba principalmente a estas poblaciones. El problema se agravó al entrar en granjas avícolas, donde la alta densidad de animales facilitó una rápida propagación con una mortalidad muy elevada, lo que le valió el nombre de "gripe del pollo". En aquel momento, los contagios a humanos se limitaron a trabajadores con una exposición muy alta y sin las medidas de protección actuales.
La veterinaria recuerda la pandemia de gripe A de 2009, que no fue aviar, sino "una recombinación de dos cepas de gripe de cerdo, una de visón y una humana". Este precedente es clave porque demostró cómo ciertas especies actúan como especies coctelera, es decir, "favorecen mucho ese salto interespecie del virus".
Tanto cerdo como visones son especies coctelera, que el problema es que pueden ellos pasar el virus de una especie a otra"
Esta capacidad es crucial, ya que existe la posibilidad de que un escenario similar ocurra con la gripe aviar en el futuro. No obstante, la experta subraya que, de momento, "no hay ningún caso reportado de personas con gripe aviar que se haya demostrado que el contagio había sido de persona a persona".

Wecan Salburua
La expansión llega a los mamíferos
Un punto de inflexión reciente ocurrió en 2022, cuando un brote en Galicia saltó a una granja de visones, obligando a sacrificar a 52.000 animales. Este suceso demostró que los visones americanos, una especie invasora, no solo se contagiaban, sino que podían transmitir el virus entre ellos, evidenciando la importancia de la bioseguridad para evitar que los animales enfermos escapen y propaguen el virus a la fauna silvestre.
Desde entonces, se han detectado casos en depredadores como osos y zorros, y más recientemente la expansión ha llegado a mamíferos marinos en Sudamérica y la Antártida. Sin embargo, la mayor alarma ha saltado en Estados Unidos, donde el virus ha infectado a vacas de leche en granjas de Texas. Los análisis revelaron que "en la leche había una cantidad altísima de virus".
En la leche había una cantidad altísima de virus"
Este hecho ha provocado contagios a personas a través del consumo de leche cruda, una práctica relativamente extendida en algunas zonas de EE. UU.. A nivel global, se han registrado cerca de 80 casos en humanos, pero siempre por contacto directo con animales. Los síntomas en personas no siempre son respiratorios, y pueden incluir conjuntivitis o encefalitis.
Medidas de prevención y control
La principal medida de contención es el refuerzo de la bioseguridad en las granjas, no solo avícolas, sino también de otras especies sensibles como cerdos y visones. Esto implica confinar a los animales en espacios que impidan el contacto con aves silvestres, principales vectores del virus debido a sus rutas migratorias. Además, se insiste en la recomendación de no tocar animales silvestres, especialmente si parecen enfermos o están muertos.
Para la población general, la seguridad alimentaria pasa por cocinar bien los alimentos. "Someter a altas temperaturas tanto la carne como los huevos y, por supuestísimo, evitar la leche cruda, incluidos los quesos de leche cruda", afirma la viróloga. La pasteurización es un método eficaz para inactivar el virus. El papel de los veterinarios es clave en la vigilancia y el diagnóstico para controlar los brotes y evitar que productos de animales enfermos lleguen al consumo humano.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.



