El Ayuntamiento de Bilbao acaba de sacar a licitación las obras de acondicionamiento de los espacios interiores del nuevo frontón de la Esperanza que servirán de equipamientos municipales y lo hace por un importe de 1.237.315,60 euros.

Y una vez se adjudiquen las obras, está previsto que se ejecuten en un plazo de seis meses.

El antiguo frontón de la Esperanza fue demolido en 2015 con el objeto de facilitar la construcción de la nueva estación de Casco Viejo de la Línea 3 de Metro.

El proyecto diseñado para ocupar este solar del número 4 de la calle Esperanza, cuyas estructura y envolvente se encuentran ahora en la última fase de su construcción, plantea un único volumen que servirá de soporte al nuevo frontón en altura y que libera espacio para la ejecución de un nuevo edificio equipamental municipal, además de un atrio principal que vertebrará todo el conjunto y posibilitará el acceso a ambos.

La nueva edificación de titularidad municipal contará con cinco plantas y sus espacios se distribuirán en base, fundamentalmente a tres principios:

• Versatilidad de uso.
• Adaptabilidad.
• Amplitud.

Teniendo esto en cuenta, se habilitará un único espacio principal por planta, el cual podrá subdividirse en diferentes áreas mediante mobiliario o elementos móviles, desde tabiques hasta cortinas.

En total se va a actuar sobre 1.270,77 metros cuadrados distribuidos entre las cinco plantas:

276,79 metros cuadrados en planta baja.
322,39 metros cuadrados en la primera.
323,81 metros cuadrados en la segunda.
158,03 metros cuadrados en la tercera.
145,81 metros cuadrados en la cuarta.
Y 43,94 metros cuadrados en la quinta y cubierta de las instalaciones.

Los distintos servicios del edificio, tales como aseos, almacén, office o sala de lactancia, entre otros, se ubicarán junto a los ascensores en una franja compacta en las diferentes plantas, de tal modo, que se garantice la mayor superficie posible para las actividades principales con las que contará el equipamiento municipal: gaztegune (planta baja), biblioteca infantil (primera planta) y haurgune (segunda planta).

Para las plantas tercera y cuarta se proyectan espacios destinados a actividades relacionadas con la pelota, entre otros, donde las áreas privadas y la sala de reuniones se situarán junto al muro de contención de la ladera de Mallona.

La elección de acabados y mobiliario se basará en criterios de alta perdurabilidad, resistencia y bajo mantenimiento. Además, teniendo en cuenta que las actividades previstas en el futuro equipamiento de barrio están fundamentalmente dirigidas a niñas, niños y adolescentes, se priorizará el empleo del color y de diferentes texturas de cara a estimular la creatividad, la imaginación y fomentar un aprendizaje dinámico mediante el juego.