En un lugar de Vitoria, de cuyo nombre puedo acordarme, el número dos de la calle General Álava, se levanta una auténtica joya modernista. Se trata de un edificio construido en 1905 por el arquitecto Julio Saracibar. Se da la circunstancia de que esta obra, llena de detalles, con unas escaleras centrales en escaparate y plantas diferentes unas de otras, no tiene huella en la Red, hasta ahora…Algo que contrasta con otras conocidas edificaciones que llevan su firma en la capital alavesa, como son la Casa de las jaquecas, Villa María o Villa Sofía. El estilo del edificio que nos ocupa recuerda mucho al de Gaudí, de hecho, se cuenta que Saracibar, de formación ecléctica, bebió de la escuela del genio catalán, de quien este vitoriano fue coetáneo. Sin embargo, este dato no consta en el Archivo municipal de la ciudad, donde se guarda el expediente administrativo sin más datos de la biografía del arquitecto. Lo que sí atesoran es el plano original, fechado en noviembre de 1904. “Está hecho en papel de seda y es una auténtica preciosidad, único en ese tiempo”, nos desvelan desde el Archivo.

ASCEN, DE 91 AÑOS, ES SU VECINA MÁS LONGEVA

La historia del edificio va aparejada a la de Ascen Ibáñez desde 1975. Su vecina más longeva, de 91 años, nos relata cómo se decidió en aquél entonces, en un paseo por el monte junto a su marido José Luis Eraña, a comprar un piso en este imponente bloque por 100.000 pesetas, donde montaría la famosa academia Feco. Nos señala la cocina para desempolvar la historia de un suicidio que allí aconteció con sus anteriores propietarios. Por lo visto, un cajero del Banco de Vitoria se quitó allí la vida, aunque después se dijo que le había dado un infarto. Hoy, esta veterana inquilina, atestigua que su edificio es de los “más fotografiados” de Vitoria. Da fe desde su ventana. Además, aparece en el bestseller El silencio de la ciudad blanca, de Eva García Sáenz de Urturi, del que se ha hecho una película que se estrenará en octubre. En nuestro edificio protagonista reside uno de los personajes. Y por supuesto, Ascen tiene un ejemplar de la novela firmado.