El secreto oculto en tu pelota de golf que la ciencia desvela para ganar: "Si suena muy alto, todo ese ruido se está llevando una energía que a ti te da igual que suene más o menos"

El experto Joaquín Sevilla explica cómo la física, desde la elasticidad hasta la aerodinámica de sus hoyuelos, es clave para lograr el golpe perfecto

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Joaquín Sevilla habla de ciencia y golf

Alberto Sanz

Pamplona - Publicado el - Actualizado

3 min lectura15:31 min escucha

El golf es un deporte de precisión y largas distancias, donde la ciencia juega un papel fundamental que a menudo pasa desapercibido. El experto Joaquín Sevilla, de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), ha desgranado en su sección de ciencia y deporte en COPE Navarra la física que se esconde detrás de un golpe de salida, explicando que el golf "casi que son dos juegos": llevar la bola hasta el green y embocarla. Su análisis se ha centrado en la primera parte, la del golpe largo.

El palo y la transferencia de energía

El movimiento del golfista, el swing, es una compleja acción biomecánica. Joaquín Sevilla ha explicado que la rotación del cuerpo genera un momento que, a través de un efecto de doble péndulo (brazo y palo), transmite toda la energía a la cabeza del palo. El objetivo es conseguir la máxima velocidad y masa, ya que la energía cinética (masa por velocidad al cuadrado) es la que se transferirá a la bola.

La eficiencia en esta transferencia de energía es crucial. Sevilla ha destacado un aspecto sorprendente: el sonido. "Si suena muy alto, todo ese ruido se está llevando una energía que a ti te da igual que suene más o menos, lo que quieres es que la energía se vaya al movimiento de la bola", ha señalado. Por tanto, la energía sonora es energía que no se aprovecha para el golpeo.

Si suena muy alto, todo ese ruido se está llevando una energía que a ti te da igual que suene más o menos"

Joaquín Sevilla

UPNA

Pelota de golf
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Golpeo de golf

La aerodinámica: el secreto de los hoyuelos

En el instante del impacto, la bola sufre una enorme deformación debido a su elasticidad. La energía cinética del palo se convierte en energía potencial elástica en la bola deformada, que al recuperar su forma, se transforma en la energía cinética que impulsa la bola. A partir de ahí, entra en juego la aerodinámica.

Contrario a la intuición, que podría sugerir que una superficie lisa es mejor, los característicos hoyuelos de la pelota de golf son esenciales para su vuelo. Sevilla lo ha calificado de "bastante antiintuitivo". Una bola completamente lisa vuela mucho menos. De hecho, según el experto, "una bola sin los agujeritos esos famosos vuela muchísimo menos que una con los agujeritos", estimando la diferencia en un 30% menos de distancia.

Una bola sin los agujeritos esos famosos vuela muchísimo menos que una con los agujeritos"

Joaquín Sevilla

UPNA

El golfista español Jon Rahm saluda al público tras terminar su participación en el Open de España.

EFE

El golfista español Jon Rahm saluda al público tras terminar su participación en el Open de España.

La explicación reside en la física de fluidos. Los objetos que se mueven en el aire arrastran una fina capa de este, llamada capa límite, que genera fricción. Los hoyuelos crean una turbulencia que "consigue despegar la capa límite", reduciendo drásticamente la resistencia y permitiendo que la bola viaje más lejos y de manera más estable. Este principio, optimizado en el golf, también se observa en los cosidos de los balones de fútbol o en la piel de los tiburones.

¿Por qué tantos palos diferentes?

Finalmente, Joaquín Sevilla ha abordado la razón de tener tantos palos. Su función es permitir al jugador repetir un mismo gesto técnico, el complejo swing, y aun así lograr diferentes distancias. En lugar de variar la fuerza del golpe, algo muy difícil de controlar, "lo que cambias es el palo que utilizas".

Con un mismo gesto, un palo con una cabeza de menor masa transferirá menos energía a la bola, resultando en un alcance menor y controlado. Además, el diseño de las cabezas de los palos modernos, grandes y huecas, distribuye la masa para ampliar la zona de golpeo perfecta y ofrecer más estabilidad ante impactos no centrados, un efecto similar al que se ha buscado en la evolución de las raquetas de tenis.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.

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