Se va a bañar en una piscina de Logroño y antes de entrar descubre un detalle por el que amenaza con denunciar: “Todos los días”
Una anécdota que ha contado la cuenta de X, antiguo Twitter, Líos de Vecinos, causaba que muchos usuarios se rebelasen por lo que ocurría

Piscina
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Verano, calor extremo y tiempo libre. Son algunos de los ingredientes que tiene esta época y que nos hace disfrutarla de forma especial. Eso sí, a veces no es una época que se disfrute en exceso, y esto se debe, sin duda, a las altas temperaturas.
Tanto es así, que muchas veces las autoridades avisan de la importancia de cubrirse del sol y evitar las horas de más calor, porque un golpe de calor puede llegar a ser, en casos extremos, mortal. El sol, sin duda, puede ser muy perjudicial.
Por eso mismo, durante estos meses buscamos fórmulas para evadir el calor y huir de lo que marcan los termómetros. Y eso lo hacemos en terrazas, en lugares con aire acondicionado y, por supuesto, en el mar, el río, y la piscina.

Piscina de Patrocinio de Talavera de la Reina
Porque sí, bañarse es fundamental para evitar el calor y ayudar a refrescarte, consiguiendo evitar que tu cuerpo sobrepase la temperatura normal.
Como cada verano, las piscinas se llenan de usuarios que quieren refrescarse en sus aguas. A ellas acuden grupos de amigos y familias para disfrutar de los días calurosos. Sin embargo, no cumplir la normativa puede arruinar la jornada estival.
Y no solo la jornada estival, sino también tus propias vacaciones. Si no, que se lo digan a los usuarios de una piscina de Logroño, que se fijaron en un detalle antes de entrar a la piscina que no solo les impidió el baño, sino que casi acaba en denuncia.
La denuncia por el detalle antes de entrar a la piscina
Normalmente, cuando vamos a la playa o al río, no nos encontramos con el momento en el que no podemos apenas bañarnos porque hay muchísima gente. Normalmente no, como decimos, porque muchas veces en algunos lugares sí están repletas.
No ocurre lo mismo con las piscinas que, durante los meses de julio y agosto, se encuentra hasta los topes y es difícil encontrar un hueco en el agua. Esto que pasó en una piscina de Logroño podría haber sido lo mismo, si no fuera porque lo que impidió el baño a los usuarios fue un detalle en el que se fijaron.
Esta anécdota la ha recogido la cuenta de X, antiguo Twitter, Líos de Vecinos, que no daba crédito a lo que había ocurrido a la entrada. Y es que cuando los bañistas fueron a entrar y darse un baño, se dieron cuenta de que había un cartel informativo.
Y no, no decía que no te podías bañar, sino que alertaba de un usuario que hacía una práctica deleznable en la piscina por la que se veían obligados a denunciar. “Se ruega presten atención porque hay una persona defecando todos los días en la piscina. Se le denunciará a Sanidad” rezaba el cartel.
Por esa misma razón, eran muchos los que se resistían a entrar al baño y optaban por tomar el sol o, directamente, irse de la piscina y no meterse en el agua. Claro, con una situación así, es mucho mejor ni meterse, porque sabe Dios qué es lo que tendrá esa agua.
Un taxi obligado a parar por lo que le ocurre a un cliente
Marbella puede ser uno de los destinos vacacionales más interesantes y jugosos para los españoles y, también, para los extranjeros. Es muy común, por tanto, que haya mucha afluencia de gente allí.
Esta taxista de la ciudad cuenta, a través de su TikTok, anécdotas que le ocurren en su taxi, y muchas de ellas, la verdad, son de lo más surrealistas.
Así pues, contaba una historia en la que un cliente puso patas arriba el taxi casi sin despeinarse. Todo ocurrió cuando, a mitad del trayecto, se dio cuenta de que llevaba algo en el pelo poco usual. Ella misma aclaraba que era un día en el que hacía mucho viento.

Taxi en Marbella
“Empieza a quitarse algo y me dice: 'madre mía, vaya bicho. No sé si era una araña, una pulga o qué'” comenzaba contando esta taxista.
Para su sorpresa, el mismo cliente decidía dejar el bicho en la alfombrilla o en el coche, sin saber exactamente a dónde había ido a parar. Esto fue lo que obligó a parar el taxi a esta chica.
“¿Eso ahora dónde va a estar? A mí me pica ya todo, no sé dónde está ese bicho, solo espero que se haya matado del golpe o algo” seguía diciendo la taxista.
Con mucho humor, esta chica acababa explicando que, claro, hacía tanto viento que el bicho se había colado en el pelo del cliente, sin tener en cuenta él, hasta que se movió en su pelo, que eso había podido ocurrir.