Un riojano necesita compatibilizar tres trabajos a la vez para conseguir su objetivo: “Nunca más”
Durante el último año de carrera no tuvo otra opción que compaginar hasta tres empleos diferentes

Un riojano necesita compatibilizar tres trabajos a la vez para conseguir su objetivo: “Nunca más”
Logroño - Publicado el
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Tres de cada cinco trabajadores riojanos, alguna vez en su vida, han compatibilizado más de un empleo, y uno de cada diez declara seguir compatibilizándolo a día de hoy. Son datos de la última encuesta de Randstad sobre pluriempleo.
Los sectores en los que los trabajadores declaran tener, o necesitar un segundo empleo son la hostelería o el turismo, con un 30%, y el comercio y la atención al cliente, con uno de cada cuatro. Según el estudio, el 80% de los encuestados lo hace por necesidad de supervivencia económica y no por realizarse a nivel profesional.
casos de pluriempleo en la rioja
Es el caso de Juan José, a sus 63 años pasea por el parque de La Ribera, tranquilo, ya descansando después de haberse pasado más de la mitad de su vida laboral como pluriempleado. Desde los 21 hasta los 42 compaginaba el trabajo de la fábrica por la mañana, y el ayudar a su padre en el campo por las tardes y los fines de semana.
Por su parte, Belén, a sus 51 años, una vez terminada la carrera de enfermería, se quedó trabajando en el hospital, pero también quiso un segundo empleo, en una residencia de ancianos, para "buscar tener una mayor estabilidad en el futuro más próximo". Recuerda esos días con agobio, porque "el tiempo para descansar era limitado". Fueron dos años duros, pero en los que pudo aprender mucho.
Eva nos cuenta como su prima, que tiene ahora 40 años, sigue pluriempleada a día de hoy. Combina media jornada como administrativa en dos empresas diferentes, lo que "le dificulta atender a sus dos hijos, uno recién nacido, como le gustaría".
jorge llegó a compatibilizar hasta tres empleos durante la carrera
Hemos hablado con Jorge. A sus 30 años, hace ya un tiempo que terminó la carrera, pero recuerda su último año muy duro. Mientras finalizaba el cuarto curso de psicología, llegó a compatibilizar hasta tres trabajos: En hostelería, como profe en una academia y luego, aparte, como profesor particular.
Confiesa que él lo hizo "por necesidad", sino no lo hubiese hecho y no lo haría "nunca más". Recuerda que esos días tenía mucho estrés y ni siquiera un domingo por la tarde podía plantarse en el sofá de su casa y descansar. De hecho todo lo contrario, salía del restaurante en el que trabajaba y se iba directo a la casa de un chico a darle clases. El objetivo era sobrevivir y buscar una estabilidad económica que no conseguía con un solo trabajo.