Riojafórum acoge el VII Congreso Estatal sobre Convivencia

Clotilde López, profesora y coordinadora de FP en el colegio 'Escolapios' de Logroño, analiza algunos aspectos sobre el nuevo Decreto de La Rioja en Convivencia Escolar

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Riojafórum acoge el VII Congreso Estatal sobre Convivencia

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

8 min lectura

Logroño va a ser sede del séptimo Congreso Estatal sobre Convivencia, que comenzará mañana jueves, 21 de abril, y se prolongará hasta el sábado 23 en Riojafórum. Una cita en la que van a participar docentes de distintas etapas educativas, tanto de nuestra Comunidad Autónoma como de otras regiones de España, y que, entre otras cosas, servirá también para dar a conocer el nuevo Decreto de La Rioja en Convivencia Escolar.

Riojafórum acoge el VII Congreso Estatal sobre Convivencia

En ese congreso va a estar Clotilde López, profesora y coordinadora de Formación Profesional en el colegio 'Escolapios' de Logroño, con quien esta mañana de miércoles hemos abordado cuestiones tan importantes en este decreto como la convivencia en positivo dentro del aula para, entre otras cosas, prevenir y combatir la violencia escolar, o el principio de autoridad del profesor.

Fundamentos del Decreto

Aprender a convivir es, hoy por hoy, uno de los aprendizajes fundamentales que debe garantizar la etapa de educación básica. Educar no consiste únicamente en aprender determinados conceptos o dominar asignaturas concretas, Debe tener una dimensión integral, conseguir que los alumnos y alumnas aprendan a dirigir su propia vida y aprendan a relacionarse y a establecer vínculos con otras personas.

Por eso, la convivencia en el aula es uno de los pilares fundamentales de la vida diaria en un centro educativo. La convivencia es presente porque determina un clima sano y adecuado en el aula para el correcto desarrollo de la educación entre los alumnos y alumnas. Pero también es futuro porque a través de esta Convivencia se están desarrollando comportamientos y actitudes conductuales que definirán a esos jóvenes en el futuro.

El Gobierno de La Rioja, en colaboración con la Comunidad Educativa, ha desarrollado un nuevo Decreto de Convivencia Escolar: este es el documento que va a concretar las condiciones para organizar la convivencia en los centros, a través de una educación en positivo y el refuerzo de la autoridad del docente con nuevas herramientas para trabajar el día el día del aula, la gestión de conflictos y favorecer la formación en los valores del respeto y el comportamiento cívico entre iguales.

Convivir es crear vínculos con otras personas y reforzarlos, establecer el diálogo como método para la gestión de conflictos frente a la fuerza bruta y otras formas de violencia, hablar y buscar una mediación entre las partes ante los problemas.

¿Qué es la convivencia en positivo?

Riojafórum acoge el VII Congreso Estatal sobre Convivencia

La convivencia en positivo es la que se construye en el día a día, consiste en establecer una buena relación con uno mismo, con otras personas y con el entorno y se basa en el cuidado mutuo y la dignidad de las personas, la paz positiva y los derechos humanos. La convivencia en positivo se basa en un planteamiento participativo, consensuado, preventivo y proactivo que permita a los centros y a los docentes detectar posibles conflictos e intervenir antes de que estos se intensifiquen. Es un modelo de convivencia que se aleja del modelo meramente sancionador y se centra en el trabajo conjunto por la gestión y resolución de conflictos en el aula.

La convivencia positiva es algo que se trabaja con los alumnos, no sólo para los alumnos: la participación del alumnado es clave para conseguir un buen clima de aula y de centro.

¿Por qué este cambio?

Porque la convivencia no puede reducirse a la disciplina, es mucho más. La convivencia es trabajar en un objetivo educativo y no sancionado

En demasiadas ocasiones la forma de actuación es principalmente reactiva: se actúa cuando ha aparecido un problema, una transgresión, una conducta negativa. Con el nuevo planteamiento, se pretende pasar a una actitud proactiva, adelantándose y haciendo prevención de manera que no aparezcan las conductas contrarias a la convivencia.

Esto implica cambiar las condiciones que se dan en las aulas, desarrollar en el alumnado y en toda la comunidad educativa actitudes y competencias que hagan posible un vínculo positivo entre todas las personas.

Hay que crear las condiciones para que todos los alumnos puedan crecer, evolucionar y desarrollarse. En el sistema actual reactivo, cuando se produce un caso de acoso, violencia o de conducta disruptiva, se interviene y se sanciona, y en ocasionas es la víctima, y no el agresor, quien sale perjudicada. Mientras que en el sistema proactivo los esfuerzos se centran en evitar casos de acoso, por ejemplo, implicando al grupo (espectadores), estableciendo un ambiente de seguridad, reforzando la relación entre profesorado y alumnado.

La importancia de la convivencia

El nuevo decreto va a dar a la convivencia la misma importancia que a otros aprendizajes. Es fundamental adquirir conocimientos, dominar las distintas materias, pero a la vez hay que educar personas dialogantes, pacificadoras, solidarias, comprometidas, por el presente y por el futuro de la sociedad. En definitiva: se trata de desarrollar personas que luego sepan convivir en los distintos ámbitos de la vida adulta, en una idea de educación integral de todas las dimensiones que conforman a la persona humana.

En la sociedad actual, los conflictos son inevitables, teniendo en cuenta la diversidad de intereses, objetivos y valores que tenemos cada persona y cada grupo social. Lo que define una sociedad moderna es la forma en la que se gestionan estos conflictos, desde una posición constructiva y pacífica en la que todos ganen, rechazando la violencia y la imposición como forma de dar salida a estos conflictos. La convivencia implica a todas las partes: alumnado, profesorado, familias e instituciones.

¿Cómo se va a aplicar en los centros?

La aplicación del nuevo Decreto y su éxito depende fundamentalmente de la implicación de toda la Comunidad Educativa.

Por este motivo, su desarrollo se ha realizado con grupos de trabajo en los que se ha implicado a profesionales docentes de la educación pública y concertada de La Rioja. Y una vez entre en vigor, se va a dotar a los centros y a los profesionales de las herramientas necesarias para su puesta en marcha, entre ellos sesiones y acciones de formación continua.

Debemos tener claro que esto no es una carrera de velocidad sino una maratón de resistencia. El Gobierno de La Rioja quiere dar formación y acompañar a todos los centros educativos para el desarrollo de la convivencia positiva en ellos.

¿Qué son los centros educativos libres de violencia?

Es el gran objetivo de este Decreto: un modelo de centro educativo que destierra de sus aulas los casos de acoso y bullying, ciberacoso, violencia de género, las agresiones machistas o las conductas disruptivas.

Las personas jóvenes adquieren a temprana edad estereotipos y roles sociales que posteriormente desarrollan para el resto de su vida. Y la convivencia positiva ayuda a establecer un espacio común de inclusión y una adecuada gestión pacífica de conflictos. Esto únicamente se conseguirá concienciando a toda la comunidad educativa.

Se debe evolucionar a un sistema que implique la intervención activa y aprovechar la oportunidad para formar personas, no sólo en la parte académica, sino también trabajando su inteligencia emocional y sus competencias personales desde un enfoque positivo y siempre teniendo en cuenta los elementos cognitivos, emocionales, sociales y éticos que intervienen.

La violencia sólo conduce a más violencia. Por eso, es importante educar a nuestros alumnos y alumnas en un estilo y modelo de relación no violenta que excluya la imposición, la fuerza y el dominio sobre los más débiles a la hora de conseguir objetivos particulares de cada person

El centro escolar es un espacio ideal para educar en esta línea, enseñando a los chicos y chicas a detectar situaciones de violencia, situaciones de abuso o de maltrato y sobre todo, a desarrollar en ellos una actitud de rechazo y eliminación de estas formas de violenci

¿Qué entendemos por violencia?

La violencia se compara con la imagen de un iceberg: hay una violencia visible y hay otra que cuesta distinguir, y que es la estructural y cultural. Estas son las dimensiones en las que se quiere educar también a los niños y niñas.

Un ejemplo de violencia estructural es el propio hecho del fracaso escolar: una escuela donde uno de cada cuatro alumnos y alumnas no titula, con todo lo que eso conlleva, dentro de un sistema en el que el éxito escolar debería ser el derecho básico de todo alumno. Un ejemplo de violencia cultural es el clásico: “Si te pegan, devuelve los golpes, defiéndete”.

La violencia siempre es una respuesta inadecuada. La convivencia implica a aceptar a todas las personas, reconociendo su dignidad y no rechazando a nadie por ser distinto a nosotros.

¿Qué pasa con la Autoridad del profesorado?

La autoridad del profesorado regulada por la Ley Autonómica hasta ahora en vigor se reduce básicamente al establecimiento de una tabla de sanciones para castigar malas conductas. Es un modelo de autoridad entendida como poder, basado en la capacidad de imponer sanciones y castigos, Sin embargo, la autoridad del docente debe basarse en virtudes y competencias éticas, en el ejemplo y capacidad de influencia y de convencimiento del profesor o profesora respecto de sus alumnos.

La autoridad del profesorado debe basarse en capacidades y virtudes morales derivadas de su forma de actuar y no de la posición superior que, por su cargo, ocupa en el colegio. El nuevo decreto de convivencia refuerza la autoridad del docente como eje esencial en todo el proceso, y además le da herramientas para trabajar la convivencia en positivo.

El profesorado es una pieza clave en la convivencia escolar, para reforzar su autoridad es preciso dotarle de las competencias socioemocionales necesarias para trabajar hoy en las aulas. El aula es un ámbito caracterizado por unas relaciones intensas y extensas, cargadas de emociones, que es preciso saber entender y gestionar. Resulta fundamental el desarrollo de competencias socioemocionales intrapersonales, como el autocontrol, la autoestima, la automotivación, el estilo atribucional, la resiliencia… Y, a la vez, trabajar las competencias socioemocionales interpersonales, como la comunicación, la asertividad, la empatía, la capacidad de negociación o la gestión de conflictos.

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