Luz verde al paso alternativo de la LR-115 entre Arnedo y Arnedillo: Abierto el nuevo desvío que ya permite volver a casa sin rodeos

Arnedillo, Jueves Santo, por la mañana. Un semáforo parpadea en mitad de la montaña. Tres minutos y veinte segundos bastan para que un lado y otro del valle vuelvan a encontrarse, tras casi un mes de aislamiento, incertidumbre y desvíos eternos. Hoy, por fin, la vida empieza a retomar su curso en el Alto Cidacos.

Aunque la apertura oficial no ha sido anunciada aún, lo cierto es que esta mañana los primeros coches ya han cruzado el nuevo desvío habilitado tras el desprendimiento de la LR-115. La vía, de 370 metros, se ha acondicionado con señalización vertical y un semáforo que coordina el paso alternativo de vehículos en uno y otro sentido. Nada más. Nada menos.

Ya no hace falta recorrer el puerto de Vallaroso, también en obras. Ya no son necesarios los ochenta minutos de rodeo para ir de Arnedo a Arnedillo. Ahora, el tiempo de espera es simbólico, tres minutos ante un semáforo, tres minutos que suenan a reencuentro. 

Una solución que se agradece  

Los operarios del Servicio de Conservación de Carreteras del Gobierno de La Rioja han sido los primeros en llegar. Colocaron la señalización, ajustaron los tiempos del semáforo y, sobre todo, explicaron con cercanía y paciencia a cada conductor lo que debía hacer. Muchos vecinos se han detenido a dar las gracias. Algunos con palabras. Otros con la mirada, con un gesto, con un suspiro de alivio.

Desde hace casi un mes, Arnedillo, Enciso y Munilla han vivido desconectados del resto de la región, víctimas del desprendimiento de varias toneladas de roca sobre la LR-115. Han sido días complicados para el transporte, la hostelería y el ánimo de quienes viven y trabajan en el valle. La Semana Santa, una de las épocas de mayor movimiento turístico, ha pasado entre desvíos y esperas. 

De 15 minutos a 1 hora, entre Arnedillo y Arnedo: 49 kilómetros de rodeo que suponen un problema diario para los vecinos por el corte de la LR-115

Un paso pequeño que significa mucho  

La vía alternativa, construida a 14 metros de altura sobre el nivel original de la carretera, ha sido fruto de un trabajo coordinado entre el Gobierno de La Rioja y el Ayuntamiento de Arnedillo. Más de once horas diarias de trabajo, maquinaria pesada y un equipo técnico entregado han hecho posible lo que hoy ya es visible, una conexión provisional, sí, pero eficaz y segura.

Lo que para un desconocido puede parecer “solo un desvío”, para quienes viven aquí es la recuperación de su rutina, su normalidad, su hogar. 

Un semáforo que da esperanza  

Cada cambio de luz en el semáforo de obra es un símbolo. Verde, puedes seguir adelante. Rojo, espera un poco más. Pero siempre sabiendo que el camino está abierto.

En la memoria quedarán estas semanas de desconexión, pero también el esfuerzo compartido para recuperar el paso. Hoy, el valle del Cidacos vuelve a estar unido. Y eso, para esta tierra, lo cambia todo.