La higiene auditiva resulta esencial para nuestra salud del día a día, sobre todo cuánto más años pasan y más mayores nos hacemos. La salud auditiva no solo nos reduce le riesgo de daños y sordera, también de otros males como vértigos, acúfenos o picores e infecciones. El trabajo es sencillo pero, según algunos estudios, el 48% de la población cree que el problema se resuelve con unos bastoncillos, y va mucho más allá.

Los bastoncillos para los oídos funcionan cuando queremos hacer una limpieza del oído externo y no del canal auditivo, de hecho, introducir el bastoncillo dentro de nuestros oídos puede arrastrar el cerumen hasta el fondo y convertirse en contraproducente pudiendo incluso a acabar por dañar el tímpano.

Lo primero que tienes que saber es que el cerumen es un producto natural de nuestros oídos, tiene una función que es la de proteger el oído, eliminar la suciedad y las bacterias y protegernos de las infecciones. El exceso se puede retirar pero no pretendas hacerlo desaparecer por completo.

Cómo limpiarse los oídos

Sin embargo, aunque el cerumen sea saludable, a veces podemos necesitar una limpieza, sobre todo cuando notamos que sufrimos un tapóns. Ante un tapón de oído, los otorrinolaringólogos recomiendan dejar entrar algo de agua tibia en el oido durante la ducha y expulsarla al exterior abriendo y cerrando la mandíbula, como si masticásemos. El líquido hará un repaso por el oído y terminará saliendo al cabo de unos minutos por la aurícula. Si el tapón no se soluciona, recuerda que siempre es mejor y más sano acudir al médico.

Además de la limpieza adecuada de los oídos, es importante que adoptes medidas preventivas para proteger tu audición. Por ejemplo, exponerse a niveles excesivos de ruido no es el mejor modo y puede provocar pérdida de audición gradual o incluso permanente. Para evitarlo, lo mejor es ir a los conciertos con tapones y protectores para los oídos.

Si notas un problema auditivo como dolor, sensación de taponamiento o pérdida de audición, es fundamental que acudas al médico. Uno especializado en otorrinolaringología puede realizar una evaluación exhaustiva de tu audición, diagnosticar cualquier problema y proporcionar el tratamiento adecuado.

Ignorar los síntomas auditivos puede llevar a complicaciones graves y afectar negativamente la calidad de vida. Recuerda que la detección temprana y el tratamiento oportuno son clave para mantener una audición saludable a largo plazo.