Cinco años señalado como asesino… y ahora, absuelto: La Justicia dice que un hombre es inocente, acusado de asesinar a su mujer en Logroño
Tras cinco años de investigación y un juicio basado en indicios, la justicia no logra encontrar pruebas suficientes para condenar al único acusado por el asesinato
El jurado popular absuelve al acusado del 'Crimen de Los Lirios' por falta de pruebas
Logroño - Publicado el - Actualizado
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El tribunal del jurado de La Rioja ha declarado no culpable a A. E. M., el único acusado de asesinar a su esposa Mercedes, cuyo cuerpo fue encontrado con varias puñaladas el 13 de octubre de 2020 en el barrio logroñés de Los Lirios. Cinco años después del suceso que conmocionó a la ciudad, la justicia no ha encontrado pruebas suficientes para condenarlo. Tras un veredicto mayoritario del jurado, el magistrado de la Audiencia Provincial ha ratificado la sentencia absolutoria, dejando el crimen sin resolver.
Un veredicto rápido basado en la duda
El jurado popular ha alcanzado su veredicto en apenas unos días de deliberación, con una decisión contundente, ocho votos a favor de la absolución y solo uno en contra. El portavoz del jurado ha explicado que la principal razón para la absolución es la falta de pruebas que acrediten el desplazamiento del acusado desde Gumiel de Mercado (Burgos), donde trabajaba en la vendimia, hasta Logroño durante la noche en que ocurrieron los hechos.
Juicio en la audiencia provincial de la Rioja
No se puede acreditar el desplazamiento"
Caso 'Crimen de Los Lirios'
Según el portavoz, "no se puede acreditar el desplazamiento", debido a la ausencia de cámaras, testigos o registros de tráfico que pudieran confirmar dicho viaje. La única prueba de tráfico registrada fue una multa dos días antes del crimen, el 11 de octubre, en dirección a Burgos, pero no se encontró ningún rastro del supuesto trayecto nocturno que la acusación situaba como clave en su relato de los hechos.
Una investigación marcada por la pandemia
El asesinato de Mercedes tuvo lugar en un contexto excepcional, en pleno confinamiento por la COVID-19, lo que complicó notablemente las primeras fases de la investigación. Durante casi un año, el caso fue tratado como un posible suicidio, una hipótesis que retrasó la recopilación de pruebas cruciales. Fueron los informes forenses los que finalmente descartaron esta vía al determinar que las heridas de arma blanca eran incompatibles con una autolesión.
A partir de ese momento, las pesquisas se centraron en el entorno familiar de la víctima, con su marido como principal sospechoso. A pesar de ello, A. E. M. ha permanecido en libertad con medidas cautelares durante todo el proceso. La Fiscalía y la acusación particular, ejercida por los hermanos de Mercedes, solicitaban para él una condena de 22 años de prisión, pero el caso se fundamentaba exclusivamente en indicios.
Barrio Los Lirios , en Logroño
El testimonio del hijo y las pruebas endebles
El jurado ha considerado que los indicios presentados no eran concluyentes. El hallazgo de ADN del acusado en los dedos de la víctima se ha interpretado como un contacto normal dentro de una pareja que convivía, sin que ello implique una agresión. Tampoco se ha podido demostrar la existencia de una discusión la noche del crimen, ni se han encontrado huellas del acusado en el cuchillo o signos de forcejeo en la vivienda.
La hora del crimen ha sido otro de los puntos dudosos que han debilitado la acusación. Aunque la policía situó la muerte entre la 1 y las 6 de la madrugada, detalles como una lavadora recién tendida, una cafetera sobre la vitrocerámica o unas alfombras enrolladas sugerían una actividad doméstica reciente que, para el jurado, no encajaba con ese horario, abriendo la posibilidad de que el crimen hubiera ocurrido en otro momento del día.
Juicio en la Audiencia Provincial
El testimonio del hijo de la pareja ha resultado clave para la absolución. El joven aseguró de manera coherente y sin contradicciones que su padre durmió con él en Burgos la noche de los hechos, y que le habría sido imposible viajar a Logroño sin que él se diera cuenta. Esta declaración ha pesado de forma decisiva en el jurado, que ha entendido que su relato introducía una duda razonable, un principio fundamental que obliga a la absolución.
El veredicto de inocencia no ha resuelto el misterio que rodea la muerte de Mercedes, y el proceso judicial pone de manifiesto las limitaciones de los casos basados en indicios, especialmente cuando el tiempo y un contexto tan anómalo como una pandemia erosionan las pruebas. La decisión, aunque amparada en la presunción de inocencia, deja una herida abierta en el barrio de Los Lirios y en una familia que, cinco años después, sigue sin respuestas.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.