Después de valorar los resultados obtenidos con la aplicación de la ordenanza reguladora de aparcamiento de Es Castell, el consistorio municipal está preparando el escenario para poder derogarla de cara al próximo verano . Mientras, sigue trabajando para armonizar la necesidad de los residentes para aparcar durante todo el año, como de dotar a la periferia del pueblo de espacios que atiendan a la alta demanda, sobre todo al período estival, y descender así la presión vehicular dentro del pueblo.

Las demandas de comercios y vecinos del pueblo, los controles de la ocupación de las plazas de aparcamiento realizados por la policía local entre julio y septiembre pasado, la carga burocrática y la convicción de poder progresar hacia un modelo de movilidad disuasorio, pero no restrictivo por atender la problemática derivada de la falta de plazas de parking; son algunos de los hechos que han guiado al actual equipo de gobierno en la decisión de derogar la ordenanza.

Para el comercio local, que se multiplica en número y volumen de actividad durante los meses de verano, la actual medida restrictiva no resulta eficaz, pues no resuelve la disyuntiva entre, por un lado, favorecer el aparcamiento de residentes, ya que las quejas por ese motivo persisten; y, por otra, retener y atraer visitantes al municipio, que desisten en visitarlo al encontrar los parkings periféricos llenos y el acceso al pueblo cerrado; mientras se constata la existencia de decenas de aparcamientos vacíos en el horario regulado.

Por otra parte, en el ámbito operativo, la ordenanza ha provocado que los principales servicios de atención directa al ciudadano: SAC, Recaudación y Policía, se saturen con el incremento del número de instancias por solicitudes, recursos, multas y trámites derivados, que la estructura administrativa y tecnológica actual no está en capacidad de atender; y más cuando la tendencia es la simplificación administrativa.

Mientras, se trabaja para habilitar nuevas zonas y destinarlas a parkings disuasorios en la periferia del pueblo, mejorar las zonas de aparcamiento actuales, conseguir otros terrenos para habilitar nuevas, sacar una ordenanza reguladora de vados especiales (GARE) por autorizar a los titulares de los vados de las cocherías de las casas a poder aparcar delante.

El actual equipo de gobierno de Es Castell tiene claro el objetivo de avanzar hacia un modelo de ciudad sostenible, pero apuesta por un proceso que mantenga el equilibrio a medida que se consiguen los medios y recursos para que sea un camino sólido.