Mahón mantiene los actos de la Mare de Déu de Gràcia pese a la alerta naranja por lluvias

El regidor de Fiestas, José Manuel García, explica que el Ayuntamiento esperará hasta el último momento para decidir sobre posibles suspensiones, mientras la programación sigue en marcha en el puerto de Mahón

Ignasi Catchot

Menorca - Publicado el - Actualizado

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Las Fiestas de la Mare de Déu de Gràcia en Mahón afrontan su desenlace con la incertidumbre de la meteorología. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) mantiene activa una alerta naranja por lluvias intensas hasta la madrugada del miércoles, lo que obliga al consistorio a evaluar con cautela cada paso. 

Desde el Ayuntamiento confirman que no habrá una decisión anticipada y que se esperará hasta el último momento antes de cancelar cualquier actividad, con el objetivo de preservar la normalidad festiva en uno de los días más esperados del calendario.

Un balance positivo con cambios en el Jaleo  

Hasta ahora, el balance es muy favorable. Los principales actos ecuestres y religiosos han transcurrido sin incidentes reseñables, favorecidos por unas jornadas centrales en las que el tiempo acompañó. La colcada destacó especialmente por su puntualidad, un logro poco común en celebraciones con más de un centenar de caballos.

Durante el Jaleo nocturno, la Junta de Caixers tomó una decisión clave para garantizar el bienestar de los animales y de los participantes: sustituir la tercera vuelta tradicional por dos pasadas más breves. La medida permitió reducir la exigencia en una jornada marcada por el calor y dar un mayor margen de descanso tanto a los caixers como a los caballos, asegurando así que el día de Gràcia pudiera celebrarse con normalidad.

En materia de seguridad, la novedad de este año ha sido la instalación de cámaras en los actos de mayor afluencia. El sistema ha reforzado la vigilancia y ha facilitado la labor de la Policía Local, que ha contado con la colaboración de otros organismos públicos para completar una supervisión integral. La ausencia de altercados relevantes confirma que la medida ha sido efectiva.

También se han adoptado medidas preventivas en la movilidad urbana. El cierre temporal del ascensor del puerto se decidió para evitar incidentes por mal uso o actos incívicos, tras las incidencias del año pasado. Además, los servicios de limpieza se activaron de manera anticipada para retirar arena y restos festivos en las calles más sensibles a inundaciones, reduciendo así los riesgos ante la previsión de precipitaciones.

Prudencia y seguridad frente a la alerta  

La amenaza de fuertes lluvias marca la recta final de la programación. El Ayuntamiento mantiene los actos previstos en el puerto, incluidos conciertos y actividades populares, aunque bajo una constante evaluación de la evolución meteorológica.

Los responsables municipales subrayan que la seguridad será el factor determinante para decidir si se cancela algún acto, especialmente aquellos que dependen de montajes técnicos como los escenarios o el castillo de fuegos. Si la lluvia coincide con los horarios de montaje o pruebas de sonido, se podrían adoptar cambios de última hora para proteger a los equipos de trabajo y al público.

La comunicación oficial será inmediata a través de los canales del Ayuntamiento y las redes sociales, de modo que se pide a la ciudadanía seguir atentamente las informaciones municipales para conocer cualquier alteración de la programación.

El consistorio recuerda que la jornada de clausura es fundamental para vecinos, visitantes y también para el tejido económico local. El reto pasa por conjugar prudencia y continuidad festiva en un día que concentra expectativas y actividad comercial, consciente de que muchas empresas dependen de la afluencia de público que generan estas celebraciones.

conclusión

Las Fiestas de la Mare de Déu de Gràcia encaran su última jornada con un balance general positivo: puntualidad en los actos, refuerzo de la seguridad y un dispositivo de limpieza eficaz. La innovación en la organización del Jaleo y las medidas preventivas adoptadas han sido clave para mantener la normalidad.

El regidor de Fiestas, José Manuel García, subrayó en Mediodía COPE Menorca que la última palabra la tendrá el cielo. La voluntad es cerrar las fiestas con la máxima normalidad posible, pero siempre primando la seguridad de vecinos y visitantes ante la alerta naranja por lluvias.