Un curso de primeros auxilios para padres acaba salvando una vida en una pista de pádel en Ciutadella
La calma, el valor y un curso tomado por casualidad convirtieron a Miquel Rodríguez en el héroe inesperado de una pista de pádel

Entrevista en Mediodía Cope Menorca a Miquel Rodríguez, héroe por salvar una vida en las pistas de pádel de Ciutadella
Menorca - Publicado el - Actualizado
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Era un martes como tantos otros en las pistas de pádel de Ciutadella. Miquel Rodríguez acudió, junto a sus amigos, para disfrutar de una mañana de deporte. En un momento de descanso, observaban un partido mixto cuando uno de los jugadores cayó desplomado al suelo sin motivo aparente. La confusión se apoderó del recinto: gritos, nervios y decenas de personas sin saber cómo actuar.
Mientras la mayoría quedaba paralizada, Miquel reaccionó. Había realizado, tan solo unas semanas antes, un curso de primeros auxilios promovido en el ámbito familiar. Aquella formación, que tomó casi por casualidad, se convirtió en el factor decisivo que marcó la diferencia entre la vida y la muerte.
Sin perder la calma, comprobó el estado del jugador: estaba inconsciente y no respiraba. Actuó con decisión, inició las maniobras de reanimación cardiopulmonar y coordinó a quienes le rodeaban para mantener la cadena de ayuda hasta la llegada de los servicios de emergencia.
Doce minutos de esfuerzo y una vida recuperada
Durante más de diez minutos, Miquel y otros compañeros alternaron compresiones torácicas y respiración boca a boca. El esfuerzo físico fue extremo, y la tensión, insoportable. Según los expertos, cada segundo cuenta en una parada cardiorrespiratoria: pasados los cuatro minutos sin oxígeno, las probabilidades de recuperación se reducen drásticamente.
En ese escenario límite, la perseverancia y la serenidad de Miquel fueron cruciales. El afectado perdió el pulso en dos ocasiones, pero gracias a la insistencia de su improvisado rescatador, consiguió recuperar la respiración antes de la llegada de la ambulancia. La víctima fue trasladada posteriormente a Palma, donde permaneció ingresada varias semanas antes de poder regresar a Menorca.
Aquel episodio dejó una profunda huella en todos los presentes. Algunos testigos, todavía impactados por lo ocurrido, reconocieron después que no habrían sabido cómo reaccionar. La escena, con medio centenar de personas observando sin saber qué hacer, sirve de recordatorio sobre la importancia de recibir formación en primeros auxilios, especialmente en espacios deportivos y centros públicos.
La historia tuvo un desenlace feliz: meses después, ambos se reencontraron en un emotivo encuentro lleno de gratitud y respeto mutuo. El hombre salvado quiso conocer al menorquín que le había devuelto la vida y le entregó un pequeño obsequio, símbolo de una segunda oportunidad. “No hay palabras para agradecer algo así”, expresó su familia.
Reconocimiento y una lección para todos
La valentía de Miquel Rodríguez no pasó desapercibida. La Policía Nacional le concedió una condecoración en reconocimiento a su actuación ejemplar, un gesto que él recibió con humildad y sorpresa. Para él, aquel diploma simboliza algo mucho más profundo que un acto heroico: representa la capacidad de cualquier ciudadano de actuar cuando el deber y la humanidad se cruzan en el camino.
Su caso también ha servido para reabrir el debate sobre la necesidad de instalar desfibriladores en todos los recintos deportivos. En aquella pista no había ninguno disponible y, aunque la historia terminó bien, la suerte no siempre acompaña. Instituciones y clubes locales han reforzado desde entonces la idea de formar al personal y disponer de estos equipos en lugares concurridos.
Aunque no sepas hacerlo perfecto, haz algo. Ya estarás haciendo más que quien no hace nada.”
Héroe por salvar una vida en las pistas de pádel de Ciutadella
Miquel insiste en el mensaje que considera más importante: “aunque no sepas hacerlo perfecto, haz algo”. Su experiencia demuestra que una actuación rápida, aunque imperfecta, puede salvar una vida cuando el tiempo apremia. Mantener la calma, evaluar la situación y comenzar la reanimación básica son pasos fundamentales que cualquier ciudadano puede aprender.
Hoy, su testimonio impulsa a muchos a formarse en primeros auxilios y reanimación cardiopulmonar, recordando que cada minuto cuenta y que la diferencia entre la tragedia y la esperanza puede estar en las manos de cualquiera.



