Quitándose el sombrero con sus jugadores, así ha terminado su primera temporada en el RCD Mallorca Luis García Plaza. Por un lado la inmensa alegría de un ascenso trabajado, merecido y holgado, por el otro la gran amargura de haber perdido estos días a su padre. Una montaña rusa de emociones para un entrenador que además de los grandes resultados del equipo y haber conquistado la Primera División con toda la presión, ha conquistado también a la gente del equipo por su talante cercano y directo.

No estaba acostumbrada la afición del RCD Mallorca a un entrenador que hablara con tanta naturalidad, sabiendo qué quiere decir y trasladando siempre el mensaje que consideraraba oportuno, al mismo tiempo sin pudor a hablar de sus propios sentimientos, ejerciendo muy a menudo como portavoz del club. En una entidad de mandos más técnicos que comunicativos, con un presidente que no habla el idioma, el único portavoz de la entidad se llama Luis García. El técnico ha hablado de todo durante la temporada. Para él tampoco está mal porque puede colocar mejor su mensaje y apretar el club cuando le conviene, sea un recurso por una sanción, sea una necesidad deportiva en la plantilla; pero a la vez puede defender al club y transmitir lo que le interesa al propio RCD Mallorca, como por ejemplo en los casos de las diferentes renovaciones, Antonio Sánchez o Luka.

Pero en lo personal, su cercanía, su asertividad, en las cosas buenas y en las malas, su estilo directo con los periodistas a veces para bromear, otras para regañar, otras para elogiar, han convertido sus comparecencias en lo más entretenido que ha podido escuchar el aficionados del Mallorca de un entrenador prácticamente desde Luis Aragonés.

En los últimos días el técnico ha dejado claro que le gustaría echar raíces en el Mallorca, con el que le quedan dos años de contrato, y ayudar al crecimiento y consolidación del equipo en su vuelta a Primera División (no será fácil porque el club volverá a tener uno de los límites salariales más bajos como ocurriera la pasada temporada). El técnico explica por qué:

"Después de cinco años en el extranjero buscaba un proyecto, una manera de realizarme yo, este equipo creo que tiene mucho gen mío, de mi forma de ver el fútbol. Tengo una edad en la que me gustaría construir algo a largo plazo, después a lo mejor en cinco meses pierdo partidos y os digo adiós. Pero me siento orgulloso de ser entrenador de este club, de representar al Mallorca, a la isla, orgulloso de que esté en primera división. Pueden pasar muchas cosas pero mi cabeza está aquí, mi mente está aquí, ojalá pueda echar raíces si los resultados me acompañan. Mi ilusión es cumplir los dos años de contrato y ojalá vaya bien para estar tiempo aquí. Quiero me salgan muy bien las cosas para crecer con el club".

Sobre cómo será el mercado de fichajes y cómo lo piensa seguir, Luis García deja claro que va a estar muy pendiente aunque sea la hora de Pablo Ortells y su secretaría técnica. "Primero voy a Madrid para estar con mi madre que me necesita, quiero escaparme unos días. Y después voy a estar con el teléfono. Tenemos muy buena sintonía Pablo y yo, él sabe lo que los puestos que le he pedido dentro de un orden y nuestra economía. Estamos trabajando bien, tenemos que reforzar el equipo, respetando la base que es muy buena, pero es verdad que hay que reforzar algunos puestos. Me da igual la semana que viene o el 4 de Julio. Lo normal es empezar es el 5 de Julio la pretemporada. Con que estén ahí me vale, lo importante es que tengamos la mayoría de la plantilla confeccionada cuando empecemos".

Tiene claro el preparador que van a tener una limitación muy importante como ya ocurriera la pasada temporada: "no va a ser fácil para nosotros el mercado. Igual que éramos potentes este año en Segunda, en Primera será todo lo contrario. Será de los presupuestos más bajos, no será fácil. Cuando antes tengamos los jugadores mejor. La confianza en la dirección deportiva es máxima, es su momento y yo soy su apoyo. Tienen que reforzar el equipo en concordancia conmigo y la economía que tengamos. Se presenta un futuro ilusionante. La primera es otro nivel, soy optimista y hemos llegado para quedarnos. Hay que empezar ya. A mí me tocará apretar pero tenemos una dirección deportiva muy seria y estable".