Un final de trayecto copero con la cabeza alta

El Atlético Baleares puso punto y final ayer a su andadura en la edición de la Copa del Rey de esta temporada. Para los blanquiazules el torneo del K.O. en esta temporada no ha sido uno más puesto que su gran papel lo ha situado como uno de los grandes animadores de la competición y le ha hecho ser durante varias semanas el centro de las miradas de una gran parte del mundo del fútbol en España. Los de Xavi Calm se marchan de la competición copera tras haber logrado convertirse en el único equipo superviviente de las categorías RFEF y tras haberle plantado cara a todo un Valencia que cerró el partido en el Estadi Balear despejando balones de su área.

El fallo de cálculo de los centrales balearicos en la primera acción del partido supuso el 0-1 de Marcos André convirtiéndose en una losa muy importante para los blanquiazules que se veían obligados a remar contracorriente a las primeras de cambio aunque lo cierto es que supieron reponerse de ese contratiempo inicial para poder afrontar un partido en el que no gozó de ocasiones claras pero sí trató de acercarse con peligro a la portería defendida por Jaume Domenech, especialmente en la segunda parte.

Con la derrota ante el Valencia de Bordalás, el Atlético Baleares cerraba una trayectoria irremediablemente marcada por momentos y partidos puntuales como el de Calahorra en el que Xavi Ginard fue goleador y protagonista principal, la goleada histórica (5-0) ante el Getafe de Quique Sánchez Flores o la noche inolvidable vivida en la víspera de Reyes ante el Celta de Vigo. Ayer, ante más de 4000 aficionados, los blanquiazules pelearon para pasar a cuartos pero sucumbieron ante un Valencia que tuvo en el enfado más que considerable de su técnico Bordalás el reflejo de lo mal que lo pasaron los valencianos en el tramo final del encuentro.