Aina Bauzá vuelve a cruzar el Atlántico, será en la Transat entre Le Havre y Martinica
La mallorquina ya cubrió la Ruta del Descubrimiento en solitario entre Sanlúcar y Bahamas

Aina Bauzá junto a Axelle Pillain,
Mallorca - Publicado el - Actualizado
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El próximo 26 de octubre, el océano Atlántico se convertirá en el escenario del reto más grande al que se ha enfrentado hasta ahora Aina Bauzá. La regatista mallorquina del Club de Vela Puerto de Andratx, junto a la francesa Axelle Pillain, tomará la salida de la Transat Café L’Or Le Havre Normandie 2025, una travesía que llevará a sus participantes desde la costa normanda hasta Fort-de-France (Martinica), más de 3.750 millas náuticas sin escalas ni asistencia.
No será la primera vez que cruza el Atlántico, y la anterior fue en solitario en la Ruta del Descubrimiento entre Sanlúcar de Barrameda y San Salvador de Bahamas.
La Transat Café L’Or, conocida antiguamente como Transat Jacques Vabre, es una de las grandes regatas oceánicas del calendario internacional, donde compiten los mejores navegantes del mundo y las embarcaciones más punteras de la vela actual. Reúne cuatro categorías: Ultim, Ocean Fifty, IMOCA y Class40. Esta última, en la que participa Bauza, es de las más disputadas, ya que concentra una gran cantidad de talento y equipos que aspiran a dar el salto a proyectos mayores como la Vendée Globe o The Ocean Race. Participar en ella es entrar en el circuito profesional de la vela oceánica; es una regata exigente e imprescindible en el calendario de altura.
Otra regata francesa transoceánica, que lleva la delantera a España en reivindicar en forma de travesía su vínculos con el continente americano. Precisamente España, fundadora de civilización y descubridora del nuevo continente para el resto del mundo, podría tener cientos de regatas cruzando el Atlántico. Francia ha desarrollado la Mini Transat que ahora está en marcha hasta Guadalupe (participa Hugo Ramón), una de los pocos territorios con los que se hizo Francia y esta Transat Café L'Or a Martinica, idéntica situación. Martinica fue descubierta por la expedición de Colón en 1502 y ocupada por Francia en 1634. También tuvo periodo inglés.
Le Havre.-
La salida, desde Le Havre, obliga a los participantes a enfrentarse de entrada al golfo de Vizcaya, uno de los tramos más duros del Atlántico Norte, donde las borrascas pueden traer vientos de más de 40 nudos y olas superiores a 6 metros. Es una regata de vientos variables y meteorología adversa, donde la estrategia y el conocimiento meteorológico marcan la diferencia. El destino final es Fort-de-France, en la isla de Martinica, tras más de 3.750 millas náuticas y un tiempo de navegación que, en el caso de los Class40, puede oscilar entre 13 y 22 días, según las condiciones de viento.
Class40, un monocasco rápido y exigente.-
La regata la harán a bordo del barco Engie–Dessine-moi la Hight Tech, un Class40 de 12,19 metros de eslora. Bauzá y Pillain afrontarán semanas de navegación a ritmo intenso. El Class40 es un monocasco moderno, rápido y fiable, capaz de superar los 25 nudos en condiciones favorables. Es un velero exigente pensado para la competición: no tiene comodidades a bordo y el interior se reduce al espacio justo para el material de seguridad, comida deshidratada y las herramientas básicas.
Las maniobras requieren esfuerzo físico, pues las velas son grandes y pesadas, y los cambios de configuración pueden suponer muchas horas de trabajo acumulado. Además, cualquier problema técnico o rotura debe ser resuelto por las propias navegantes, con los recursos disponibles a bordo.
Estas características hacen del Class40 una clase especialmente apreciada: es una embarcación rápida y exigente, ideal para formar navegantes que más adelante quieren dar el salto a proyectos de mayor envergadura, como los IMOCA o la Vendée Globe.
Un equipo compenetrado.-
A su lado estará la francesa Axelle Pillain, ingeniera de profesión y apasionada del mar desde pequeña, ha destacado en competiciones de navegación en Francia y ha hecho del proyecto con Bauzá su gran apuesta deportiva. Combinan rigor técnico, resistencia y determinación y se complementan muy bien en el agua, algo clave para afrontar con garantías una regata tan dura como la Transat Café L’Or.
Su participación es fruto de la beca Cap pour Elles, patrocinada por Engie, un programa que busca impulsar equipos femeninos en la vela oceánica y que ha dado a Bauza y Pillain la oportunidad de luchar en una de las citas más míticas de la navegación. “Ha sido un auténtico reto llegar a la línea de salida. Siempre es la parte más difícil: meses de trabajo, sacrificios y preparativos. Pero estoy segura de que una vez empecemos a navegar será la parte divertida, la que da sentido a todo este esfuerzo. Llevamos muchos meses preparándonos para esto”, afirma Bauza.
Con la salida prevista para el 26 de octubre, el equipo se prepara contrarreloj para tenerlo todo a punto. Hoy inician el traslado de la embarcación al puerto de Le Havre para adentrarse en la nueva aventura náutica.
Pese a haber llegado a la línea de salida, el proyecto de Aina Bauza y Axelle Pillain sigue abierto. El equipo aún busca nuevos patrocinadores para completar el presupuesto y poder seguir navegando la próxima temporada, consolidando este proyecto deportivo y dando continuidad a su presencia en el circuito oceánico internacional.