El alcalde de Vigo, Abel Caballero, presume de su plan de tráfico y deja este recado a la Navidad de Madrid

La Navidad de Vigo ha confirmado una vez más su estatus de fenómeno turístico, atrayendo una afluencia de visitantes calificada como "masiva, excepcional" durante el reciente puente de la Constitución. Sin embargo, la gran noticia para el Concello, más allá de la ocupación hotelera superior al 90% y la inyección económica para el comercio, es la aparente efectividad de su plan especial de tráfico.

El alcalde Abel Caballero ha expresado en COPE su "satisfacción" y "orgullo" por el desarrollo del evento, asegurando -según su prisma- que el sistema implementado ha logrado evitar los temidos colapsos circulatorios, a diferencia de lo que ocurre en otras grandes capitales.

Según el regidor, el domingo 7 de diciembre pudo haber sido "el día que hubo más gente en Vigo en toda su historia". A pesar de esta afluencia extraordinaria, que incluye una presencia masiva de visitantes del norte de Portugal, el tráfico "funcionó bien".

distribuir la navidad por la ciudad, clave para evitar las "aglomeraciones de madrid"

El punto central del éxito de Vigo, según Caballero, reside en su estrategia para gestionar las multitudes, que pasa por la expansión constante de las zonas de atracción más allá del centro urbano.

El alcalde Caballero remarcó enfáticamente la diferencia con el modelo de la capital de España: "Si tú piensas en la Navidad de Madrid, Madrid se satura porque el espacio que dedican es muy poquito, es muy poquito. Es el centro aquel histórico que hay allí". Esta limitación espacial en Madrid produce "un atasco imposible de soportar. El tráfico en Madrid se paraliza completamente".

Vigo, en cambio, está utilizando un sistema de "descompresión". Al abrir nuevos espacios como Bouzas y Guixar, la ciudad está "distribuyendo a la gente en toda la ciudad". Es esta diseminación la que evita la aglomeración y permite que la gente se mueva con "sosiego y tranquilidad".El plan de tráfico sale airoso

Consultado sobre la valoración del nuevo plan de tráfico de tres niveles, el alcalde fue categórico: "Resultó muy bien". El objetivo principal era evitar atascos, y el Concello sostiene que no se registró "ni uno". Solo hubo "ciertas retenciones, como es algo natural en algún semáforo".

Además, se logró solucionar un problema recurrente de años anteriores: "No tuvimos ningún atasco con la entrada proveniente de Portugal y otros años lo hubo. Este año ya se previó bien y por tanto ya no lo hubo". A pesar de que la ciudad puede recibir una "inmensa afluencia" de coches, como "80.000 coches en una hora", el plan está siendo "francamente bien" ejecutado, manteniendo la fluidez y la seguridad.

Así, mientras la Navidad viguesa consolida su marca ciudad y su impulso económico, el gobierno local destaca que la clave de su triunfo reside no solo en las luces, sino en una gestión logística ejemplar que evita la parálisis que afecta a otras ciudades.