Un estudio de la UVigo desmonta los mitos televisivos sobre el ahogamiento y alerta del peligro del “silencio mortal”
El grupo Remoss, liderado por el catedrático Roberto Barcala, denuncia que falsas creencias difundidas por series como "Los vigilantes de la playa" dificultan la prevención y detección del ahogamiento real

Pontevedra - Publicado el - Actualizado
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La popular serie Baywatch dejó en la memoria colectiva la imagen de bañistas en apuros gritando y agitando los brazos. Sin embargo, esta representación dista de la realidad, tal y como demuestra una investigación del grupo Remoss de la Universidade de Vigo, coordinada por el catedrático y experto en socorrismo Roberto Barcala.
Según explica el investigador, “durante el proceso de ahogamiento, nadie alza los brazos pidiendo auxilio como pasa en la serie”. Se trata de un fenómeno sutil, silencioso y de muy corta duración, que suele durar una media de 90 segundos, lo que dificulta su detección. Este falso imaginario ha llevado a que muchas víctimas no reciban auxilio a tiempo. De hecho, el propio Barcala señala que es habitual encontrar historias de menores cuyos padres o cuidadores no los oyeron pedir ayuda mientras se ahogaban.
Un grave problema de salud pública
El estudio califica el ahogamiento como un “verdadero problema de salud pública”, que provoca entre 400 y 600 muertes anuales en España. En Galicia, cien niños murieron ahogados en los últimos 17 años, una cifra que el investigador tacha de “barbaridad”.
La falta de supervisión, principal causa en menores
Una de las principales conclusiones de otro estudio del grupo Remoss, centrado en episodios de ahogamiento en edad pediátrica durante 15 años en Galicia, es que el 55% de los casos estuvieron causados por la falta de supervisión directa. Además, el 46% de los incidentes no ocurrieron en ríos o playas, sino en piscinas particulares y otras instalaciones acuáticas.
Prevención activa y "sentidiño"
Para Barcala, la prevención es el mejor comportamiento posible. Esto incluye supervisión constante, evitar el consumo de alcohol antes del baño, respetar las banderas de peligro y no sobrestimar nuestra propia capacidad en el agua. Recuerda que saber nadar no garantiza no ahogarse, especialmente sin la adecuada competencia acuática. Los ríos son, en densidad de bañistas, los entornos más peligrosos para el baño.
Cómo actuar ante un posible ahogamiento
Si la prevención falla, lo primero es llamar al 112. A continuación, Barcala recomienda lanzar un objeto flotante a la víctima, pero nunca lanzarse a rescatarla cuerpo a cuerpo si no se es profesional, ya que el instinto de supervivencia puede arrastrar también al rescatador.
Un legado mixto de la televisión
Pese a los errores que difundió, Los vigilantes de la playa tuvo aspectos positivos. “Contribuyó a la visibilización del ahogamiento y al reconocimiento de la labor de los socorristas”, destaca Barcala. La serie también reflejó la importancia de la ventilación de rescate y del papel crucial que juega la presencia de socorristas, ya que la mayoría de ahogamientos suceden en playas sin vigilancia.
Cambio de paradigma: de salvar a anticiparse
Actualmente, el paradigma de la seguridad acuática ha evolucionado: ya no se trata solo de rescatar, sino de anticiparse con prevención activa. Desde 2016, el grupo Remoss y el grupo Semes-Socorrismo de la Sociedad Española de Urgencias y Emergencias, en el que participa Barcala, trabajan para promover buenas prácticas basadas en evidencia científica y fomentar una cultura de sentido común y vigilancia constante para evitar tragedias en el agua.