Este 2024 se cumplen 160 años desde que la Armada Española patrulla las aguas del Baixo Miño. Comenzó a hacerlo en 1864, año en que se firmó entre España y Portugal el Tratado de Límites, con el que se estableció el río Miño como frontera entre ambos países y se nombró específicamente a la Armada y a la Marinha portuguesa como garantes de la seguridad, la vigilancia de la frontera y la fiscalización de la pesca y de la caza. Las funciones de la Armada en la zona han cambiado desde la entrada de España y Portugal en la Unión Europea, pero 160 años después siguen desempeñando allí su labor.

"Al principio de los tiempos la función que tenían la Armada española y la Marinha portuguesa era el control de esa frontera y del contrabano que había entre ambos países. Posteriormente, con el paso de los años y la entrada en la UE y en el espaciuo Schengen, ese contrabando ya no tiene sentido hacerlo a través del río, por lo que nos centramos en una de las misiones que también era prinicpal entonces, como el control de río en cuanto a caza y pesca"·, ha excplicado en COPE el Capitán de Corbeta Andrés Díaz Ripoll Marzol, que es el Comandante Naval del Miño.

La Policía del río

"Somos la policía del río junto con nuestro homólogos de la Marinha Portuguesa y nos dedicamos a la fiscaliacion de la pesca y caza en un entorno fascinenate como el Baixo Miño porque la calidad y variedad del ecosistema es increíble, tanto lo que hay sobre las aguas como debajo de ellas", afrima.

Un total de 23 personas, más los siete que se encaran del patrullero Cabo Fradera, basado en la Comandancia, se encargan de vigilar los 77 kilómetros del río anteriores a la desembocadura, esa es su jurisdicción, donde la pesca es muy golosa.

"Hay mucha variedad de clases de peces: angula, lamprea, sábalo, salmón", enumera el Capitán, "y sí que hay todavía personas que tratan de hacer un uso ilícito del río, y en eso estamos: intentando evitar que los amigos de lo ajeno y los que no cumplen con la ley se salgan con la suya".

Potenciar la riqueza del Miño

En esa zona, cada año la Xunta hace una suelta de crías de salmón en un "intento de repoblar el río y de que todas las especies lleguen a las cotas que había antiguamente en cuanto a número". El Capitán Díaz Ripoll alaba el esfuerzo de la administración autonómica y de todos los concellos ribereños "para poder potenciar de nuevo esa variedad enrome que hay en el Miño".

Para el Capitán Díaz Ripoll, la presencia de la Armada en la zona está plenamente justificada: "La dedicacion de la Armada y nuestros hermanos de la Marinha es al cien por cien. Somos pocas personas, lógicamente me gustaría tener más efectivos, pero la Comandancia está bien dimesionada en cuanto a su dotación y sobre todo bien comprometida con el río. Es imposible llegar ahi destinado y no enamoerarse del Baixo Miño. Tengo la suerte de poder decir que toda mi dotación está completamente entregada a la causa de defender el correcto aprovechamiento de los bienes naturales del Miño", concluye.