La ola de incendios en Galicia arrasa dos iglesias en O Barco de Valdeorras (Ourense): "Parece difícil la reconstrucción"
El fuego ha arrasado con los templos de Fervenza y San Clemente de Cesures. Las parroquias y los sacerdotes se vuelcan en ayudar al pueblo. A veces, manguera en mano

Entrevista a Javier Gay Alcaín, administrador de la diócesis de Astorga, sobre las iglesias calcinadas en O Barco de Valdeorras
Coruña - Publicado el - Actualizado
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La peor ola de incendios en años se está llevando por delante montes, pastos y granjas. Las brigadas forestales trabajan en proteger bienes y vidas humanas, pero en poblaciones tan dispersas como las de Galicia hay un elemento que nunca falta: las iglesias. Algunas perviven desde hace siglos en parroquias remotas, y ahora también están amenazadas por el fuego.

Iglesia de Santa Marina, Xinzo de Limia, Ourense
Iglesias arrasadas por las llamas
Los fuegos en Ourense han destruido dos templos en O Barco de Valdeorras: el de Fervenza y el de San Clemente de Cesures. Lo confirmaba a COPE Javier Gay Alcaín, administrador de la diócesis de Astorga, a la que pertenece la zona de Valdeorras.
Dentro de los templos, no queda nada. El fuego ha terminado con el interior y con las imágenes que había.
"Se han quemado del todo en la tarde del domingo", aseguraba. Las primeras valoraciones no son optimistas. “De momento tenemos que llegar hasta allí y ver. Por las imágenes y fotografías que tenemos, realmente parece difícil la reconstrucción. El párroco que logró llegar comenta que no se ve nada que pueda recuperarse. Entonces tendremos que ver qué se puede hacer.”
Reconstrucción difícil
Este martes por la tarde, Gay prevé trasladarse la zona para ver de primera mano la afectación. “Nos encontramos en una situación muy complicada. Ahora es cuando están pudiendo volver cada uno a sus lugares y los sacerdotes se acercan a los templos. A veces no es solo el templo principal, también hay ermitas más aisladas. Pero lo que hasta ahora conocemos es que las dos que han sido afectadas son estas dos".
Milagrosamente, la iglesia de San Vicente de Leira resistió al fuego pese a que el pueblo quedó arrasado. Sin embargo, no se descarta que haya más templos dañados en el monte.

Vista de las llamas en Vilamartin de Valdeorras y O Barco de Valdeorras mientras continúa activo el incendio forestal de A Rúa (Ourense).
La experiencia en la zona indica que la reconstrucción es posible, aunque muy costosa. Ya en 2022 la iglesia de Barrio quedó reducida a cenizas y se pudo recuperar gracias al esfuerzo conjunto.
“Se fue logrando recuperar, al menos en lo sustancial, con la ayuda de la Xunta, de la diócesis y de los vecinos. Esta experiencia marca, porque ya saben lo que es un incendio y lo que significa perder una iglesia", recuerda.
El valor espiritual de los templos
Más allá del patrimonio, la pérdida de una iglesia significa también un golpe emocional para los vecinos.
“Cuando se queman los terrenos, los valles o los árboles, se pierde la historia de la vida, de las relaciones familiares. Con el templo sucede lo mismo, pero se añade la pérdida de un lugar donde pedir ayuda a Dios. Es cierto que el principal templo es cada persona, pero cuando pierden un templo sienten que pierden mucho", lamenta.
La labor de los sacerdotes en la emergencia
En medio de la devastación, las parroquias y los sacerdotes se están volcando en ayudar a los vecinos. El apoyo va más allá del acompañamiento espiritual.

Bomberos del Consorcio Provincial Contraincendios de A Coruña ayudan en la extinción de incendios en Ourense
“Lo primero que hacemos es estar pendientes de las personas, su seguridad. Luego está la cercanía y el sentir que no están solos. Algunos sacerdotes más jóvenes han colaborado incluso en la extinción del fuego, haciendo cortafuegos con los vecinos. Otros se han dedicado a la atención de las personas. En el Colegio Pablo VI de A Rúa hemos recibido a evacuados, y también en el seminario de Astorga. La labor es tan múltiple que a veces nos desborda, pero se trata de atender primero a las personas en lo humano y también espiritualmente", asegura.
Los incendios han interrumpido la vida normal de las parroquias en uno de los momentos con más celebraciones religiosas del año: la Asunción de la Virgen y San Roque.