La calle Progreso, a la altura de la antigua Prisión Provincial de Ourense, está vallada desde ayer. Un nuevo desprendimiento de material de la fachada del edificio ha obligado a cerrar el paso a los peatones en ese tramo en prevención de posibles daños.

La Policía Local requirió la presencia de técnicos municipales del Área de Urbanismo, que realizaron un informe en el que recomendaban la medida por si se producen nuevos desprendimientos.

Los técnicos comprobaron que el alero de la fachada de la antigua presión ha cedido en un tramo de unos 10 metros, y amenaza con la caída de los materiales que lo componen sobre la bandeja metálica que se colocó en su día para recoger posibles desprendimientos de la cubierta hacia la vía pública.

Según ha informado la Concejalía de Urbanismo, se va a proceder a apuntalar la zona afectada y, mientras no se lleven a cabo estos trabajos, la acera permanecerá vallada, para evitar cualquier tipo de riesgo a los viandantes.