Los seis detenidos por la pelea multitudinaria de la localidad coruñesa de Ribeira pasan a disposición judicial: "Máxima vigilancia"

Los seis arrestados por la reyerta ocurrida el pasado martes en Ribeira (A Coruña), que dejó un muerto y un herido grave, han sido llevados este viernes a los juzgados para pasar a disposición judicial.

Cuatro hombres llegaron en un furgón policial alrededor de las 8:50 horas, mientras que las dos mujeres fueron trasladadas en coche y entraron andando al juzgado. Todo transcurrió con normalidad y sin presencia de familiares en las inmediaciones.

La pelea tuvo lugar durante una pedida de mano en el Centro Recreativo de Artes de Ribeira, involucrando a varias personas, al menos 50 implicados en esa reyerta entre familias gitanas.

Seis detenidos fueron interceptados en un peaje de la AP-9 cuando viajaban hacia Santiago, ciudad de residencia de una de las familias implicadas.

El herido grave fue dado de alta el jueves tras recibir atención hospitalaria.

Ante el temor a posibles represalias, la policía ha reforzado los controles en la comarca coruñesa del Barbanza durante esta semana. También se ha incrementado la presencia policial en Santiago, dado que una de las familias enfrentadas reside en la capital gallega.

MIEDO A VENGANZA

Las autoridades mantienen abiertas todas las hipótesis sobre los motivos de la reyerta en Ribeira, según fuentes oficiales. El alcalde, el nacionalista Luis Pérez Barral, confirmó que ambos clanes ya habían tenido al menos un enfrentamiento previo.

En redes sociales circulan vídeos que muestran la violencia del altercado, con palos, bastones, armas y golpes, que no cesaron pese a los disparos disuasorios de la policía.

En los juzgados hubo un gran despliegue policial, motivado también por la amenaza de venganza de un familiar del fallecido, quien publicó un vídeo en TikTok. 

"Se buscan entre sí", es la advertencia que lanzaban en las últimas horas los sindicatos policiales que urgen más medios para hacer frente a este tipo de situaciones. Y es que, ha quedado claro que se necesitan más efectivos. Durante el enfrentamiento había un policía local, junto a tres auxiliares, y una única patrulla de la Policía Nacional, que llegaron a temer por su integridad física dada la violencia extrema con la que actuaron las personas implicadas.

Desde el martes, la policía ha mantenido controles constantes para evitar represalias entre los implicados, que suman decenas de personas.

El delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, afirma que la investigación continúa avanzando y que se están identificando a los responsables clave. 

No se descartan nuevas detenciones: “Se están visionando todas las grabaciones que circulan por redes sociales para identificar a más personas”.