Un experto en prevención de la corrupción pública alerta: “La manzana podrida nunca es un caso aislado”
El Catedrático de Derecho Penal y experto en prevención de la corrupción pública, Fernando Vázquez-Portomeñe, cree que la lucha frente a la corrupción es "más urgente que nunca"

Fernando Vázquez-Portomeñe, catedrático de derecho penal y experto en prevención de corrupción pública
Santiago - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
En un contexto político marcado por los recientes escándalos de corrupción que han salpicado al Partido Socialista, COPE Galicia charla con el catedrático de Derecho Penal, Fernando Vázquez-Portomeñe, de la Universidad de Santiago (USC) Y uno de los mayores expertos en prevención de la corrupción pública en España. Durante la conversación, el profesor ofreció un diagnóstico preciso y sin rodeos: “La corrupción es un cáncer para la democracia”, afirmó, subrayando que no basta con estar “medianamente enfermos” en comparación con otros países.
RED NACIONAL DE EXCELENCIA FRENTE A LA CORRUPCIÓN
Portomeñe lidera una red nacional de excelencia que agrupa a 14 universidades españolas y más de 100 investigadores centrados en estudiar cómo prevenir la corrupción en las instituciones públicas. “No solo analizamos el fenómeno, sino que proponemos medidas concretas a las autoridades para mejorar el marco legal y los sistemas de control”, explicó.
Entre las propuestas urgentes destaca un mayor control sobre las puertas giratorias —el paso directo de cargos públicos a empresas privadas—, la transparencia real en las agendas de los políticos y la creación de registros públicos de lobbies. Según Portomeñe, “la clave está en que el ciudadano sepa quién influye en qué decisión y que pueda fiscalizarlo”.

PUNTO DE INFLEXIÓN: "LA MANZANA PODRIDA NUNCA ES UN CASO AISLADO"
Sobre los casos actuales, fue claro: “Es una situación triste, pero también una oportunidad para reaccionar con contundencia”. Para el catedrático, los partidos tienen herramientas para prevenir estos escenarios, pero falla la voluntad política. “La corrupción grave nunca es un caso aislado. Siempre hay una red de permisividad o falta de control detrás”, sentenció.
En cuanto al papel del Derecho Penal, Portomeñe destacó que su intervención debe ser el último recurso. “Si un caso llega al ámbito penal es porque fallaron todas las barreras anteriores. Pero cuando llega, tiene que aplicarse con firmeza”.
También alertó del impacto social de la corrupción: “No solo es un despilfarro de dinero público, también mina la confianza ciudadana y alimenta los extremismos”. Y aunque no cree que España esté en un punto de desconfianza total, sí considera que hay síntomas preocupantes: “Aquí las dimisiones por corrupción son excepcionales, a diferencia de otros países con mayores estándares democráticos”.
españa, en mitad de la tabla de corrupción pública en el mundo
Sobre la posición de España en el contexto internacional, fue claro: “Estamos en la zona media, lejos de los países más limpios como los escandinavos o anglosajones. Pero no podemos conformarnos. La lucha contra la corrupción debe ser un eje central del Estado democrático”.
En un momento en el que los ciudadanos reclaman ejemplaridad y limpieza institucional, las palabras de Vázquez-Portomeñe resuenan como una llamada a la acción: No basta con tener buenas leyes, hay que aplicarlas. Y sin voluntad política, no avanzaremos.