Lugo se ilumina… pero por desprendimiento

Una mañana animada en la Avenida da Coruña.  Una sección de la decoración luminosa instalada en Lugo optó por descolgarse este miércoles a primera hora, provocando el corte de tráfico en la Avenida da Coruña. Hasta tres coches patrulla de la Policía Local se desplazaron al punto para gestionar el desprendimiento y evitar que el incidente pasara de anécdota a contratiempo serio. 

Fue una vecina quien alertó esta mañana a COPE Lugo para dar cuenta del suceso. Por suerte, y pese a tratarse de una zona muy transitada a esas horas, se descartaron daños personales o materiales.

La Policía Local, en modo “servicio multiherramienta”

00:00

Volumen

Cerrar

Cedida

La policía local en modo atención total

Conviene destacar —y casi subrayar en fluorescente— la labor de la Policía Local, que volvió a restablecer el orden en las calles de Lugo con una diligencia digna de manual. Últimamente, los ciudadanos recurren a los agentes para absolutamente todo lo que sucede en la ciudad. Y oye, eso ayuda: se centraliza la información, se agiliza la respuesta y todos contentos.

Bueno, todos… menos quizá los propios agentes, que no siempre cuentan con el apoyo que sería deseable.

La ausencia notable de Protección Civil

Porque lo cierto es que en otros municipios estos incidentes se solventan gracias al respaldo habitual de Protección Civil, un servicio público coordinado por la Comisión Galega de Protección Civil y que, en Lugo, parece haber entrado en modo “desaparición temporal prolongada”.

Ante esa ausencia, los agentes municipales acaban haciendo de todo: asegurar la zona, retirar elementos peligrosos —con medios propios o supramunicipales—, informar a los viandantes, coordinar con bomberos o Policía Autonómica… siempre bajo la cobertura del 112 Galicia. Vamos, un “todo incluido” policial.

Pero tranquilos: la Policía Local ya lo hace todo 

No pasa nada (ironía incluida). La Policía Local de Lugo sigue haciéndolo absolutamente todo, incluso lo que no le correspondería si existiera un apoyo institucional más activo. Eso sí: mientras tanto, la ciudad puede seguir presumiendo de que, cuando algo cae, alguien siempre está ahí para recogerlo.